La tarde del viernes 18 de enero fue inaugurada una capilla dedicada a los mártires salesianos de la inspectoría de Madrid en el Santuario de María Auxiliadora de Atocha. En ella se conservan ahora las reliquias de 11 salesianos que sufrieron el martirio en 1936, pertenecientes a la causa de Enrique Saiz y 62 compañeros, beatificados en Roma el pasado mes de octubre.
Significativo fue, también, el momento del ofertorio. Junto al pan y el vino, se ofrecieron algunos objetos que pertenecieron a los mártires, como un rosario, un crucifijo que uno de ellos llevó hasta la muerte, y un cuaderno con los escritos de otro de los mártires.
Al finalizar la eucaristía el P. Moral se dirigió a la capilla de los mártires para bendecirla y abrirla al culto de los fieles. En este contexto, una vez entrados todos los salesianos concelebrantes, el inspector invitó a los salesianos a hacer un momento de silencio y, ante las urnas, renovar la consagración religiosa al servicio de los jóvenes.
Antes de la celebración eucarística tuvo lugar en el Colegio Salesiano de Atocha un acto académico entorno a los mártires y su beatificación, a la cual siguió una ponencia del salesiano historiador don Joaquín Torres, titulada “
La Capilla
El altar de la capilla ha quedado hueco y en él han sido colocados los restos del beato Enrique Saiz, cabeza de lista del grupo. Junto al altar, un ramo de rosas rojas recuerda el martirio cuyo sentido viene también subrayado por la cita bíblica que adorna una de las paredes: “Ni la muerte ni la vida podrá apartarnos del amor a Cristo” (Rm., 8, 38-39).
En una de las paredes laterales de la capilla se han colocado las otras diez arcas de madera. Junto a ellas, flores blancas que simbolizan la gloria alcanzada por estos salesianos, que fueron fieles hasta su último aliento.
Junto a la puerta de cristal que da acceso a la capilla, y en la que se ha grabado el logo de las Beatificaciones, se han colocado las fotos de los 42 Mártires junto a un escudo de
Fuente: ANS