Impactado se mostró el Padre Obispo Bernardo Bastres Florence, a raíz de la violenta agresión sufrida por Ninoska Ascencio, joven madre de 22 años quien fue atacada con un cuchillo por su pareja en la madrugada del domingo 23 de diciembre.
Este nuevo caso de violencia intrafamiliar contrasta ferozmente con el espíritu y alegría que irradian las fiestas navideñas, y fue calificado como un hecho espantoso, lamentable y repudiable desde todo punto de vista por el prelado.
Por lo mismo realizó un llamado a terminar con la violencia contra las mujeres. La agresión se produjo tras una áspera discusión de la joven con su conviviente, quien en un arranque de celos le propinó 20 heridas cortopunzantes en sus extremidades superiores, pierna y cadera izquierda, además de su rostro, dejándola en riesgo vital. Para el Padre Obispo, este reprobable hecho, más que tratarse de algo aislado, amerita ser abordado en un contexto de mayor amplitud para evitar que se repitan situaciones similares, las cuales pueden ser evitadas toda vez que sean abordadas dentro de una perspectiva familiar.
Heridas físicas y sicológicas
A propósito de lo tratado por
Ante ello, manifestó que el llamado es a prevenir estas situaciones, lo cual es posible de parar “cuando una familia conoce que su hijo es violento, o la chiquilla durante el pololeo se da cuenta que él es violento”. Lo aconsejable es que el joven sea visto por un profesional, sopesar y después comenzar a vivir en pareja.
Las relaciones de pareja
Como un hecho recurrente, el Padre Obispo hizo ver que hoy en día parece ser que muchas personas optan por iniciar una vida en pareja porque creen que ahí se van a solucionar todas sus dificultades, “pero el problema de la violencia lo tenían antes y ciertamente estaba antes. Ahora el problema es ¿qué hicieron para prevenir esta violencia? Muchas veces la familia calla, la familia no dice y es importante que la pareja sepa con aquel que va a compartir la vida si él era o no era violento”, agregó.
El Padre Obispo opinó que antes de vivir en pareja puede haber muchos caminos para integrar la agresividad en la vida, “pero el vivir en pareja o matrimonio no soluciona ningún problema sino que al contrario lo agudiza. Para llegar a vivir en pareja hay que ser humanamente maduro, equilibrado, justo, estar dispuesto a ver los problemas de una manera objetiva y con altura, pero si nosotros creemos que porque se enamoran el amor va a solucionar todo, no es así. Hay cosas que son previas al amor, y ahí hay que hacer todo el esfuerzo. Por algo está la educación, la formación y hoy día todos estos profesionales que ayudan a conocerse, integrarse y evitar situaciones de dolor”.
Fuente: Comunicaciones Punta Arenas
Extraído desde www.iglesia.cl