Los nuevos descubrimientos científicos sobre células madre (o estaminales) adultas, que no implican la eliminación de vidas humanas, han dado razón a la batalla ética librada desde hace años por los médicos católicos.
El doctor Josep Maria Simón, presidente de
La nueva técnica, aunque lejos de estar perfeccionada, es tan prometedora que el científico que logró clonar la primera oveja del mundo, Ian Wilmut, anunció que dejará de lado la clonación de embriones para focalizarse en las células madre derivadas de células de la piel.
“Parece que
“Los médicos católicos tenemos aún algunas dificultades para que muchas personas comprendan y acepten que la vida humana naciente es digna de todo respeto. Sin embargo, sólo la investigación y los tratamientos con base en las células madre adultas está dando resultados”, añade.
“Al tratar con ellas no se destruyen embriones y encima tenemos resultados –constata–. Y los resultados se valoran mucho en nuestras sociedades occidentales desarrolladas y eficacistas”.
El presidente de los médicos católicos confiesa: “¡No sé qué hubiera sido de nuestra capacidad para comunicar si las embrionarias hubieran dado resultados!
“En esa línea iba el Papa cuando nos dirigió el famoso discurso hace un año a los participantes del congreso organizado por
“No quisiéramos podernos medallas, pero ya entonces dijimos que habíamos invitado a los mejores. Y ahora ha sido el equipo japonés que invitamos el que ha demostrado los grandes resultados con las células adultas”, concluye el doctor Simón.
El obispo Elio Sgreccia, presidente de
“Ahora que no hay necesidad de embriones ni de la clonación terapéutica –supuestamente terapéutica–, se cierra una página de polémicas agudas”, reconoce.
“
“La ética que respeta al hombre es útil también para la investigación y confirma que no es verdad que
Por Miriam Diez i Bosch
Extraído desde ZENIT