Desde la mañana del martes 13 de noviembre, cientos de valdivianos y miembros de la comunidad educativo pastoral de la ciudad concurrieron hasta la capilla ardiente emplazada en el gimnasio del Instituto Salesiano para velar los restos del P. Ismael Cruz Navarro, sacerdote salesiano que a los 85 años de edad (68 de profesión y casi 59 de Sacerdocio) volvió a la casa del Padre Celestial producto de un cáncer terminal.
Durante el velatorio fue acompañado por la Orquesta de Cuerdas de la Casa Salesiana. Tomaron parte también de este momento miembros de las Hijas de María Auxiliadora, Laura Vicuña y de la Asociación de María Auxiliadora. La mañana del jueves los integrantes del Club Domingo Savio rindieron un homenaje al Salesiano y animaron el acto del Buenos Días. Presentaron además un video que recordó el trabajo del querido padre Ismael.
Por la tarde la Eucaristía Funeral fue presidida por el Obispo Mons. Ignacio Duchase. Concelebró el P. Inspector Natale Vitali y Salesianos de las comunidades de Puerto Montt, Valdivia, Concepción y Santiago.
En su homilía el Padre Inspector dijo: “Nuestra tristeza está acompañada por la fe y la esperanza. Al mismo tiempo, un inmenso sentimiento de gratitud brota de lo profundo de nuestro corazón por la vida y entrega de nuestro hermano, el P. Ismael. Toman sentido, entonces, las palabras del Evangelio del día de ayer: ‘Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber’”. (Lc 17, 10).
El Provincial compartió con la asamblea un texto que descubrió en una agenda del Padre Ismael, escrito de su propio puño y 
letra en el cual vuelca todo su amor y gratitud hacia Dios:
sin tener en el mundo algún consuelo,
es por eso tan dulce mi partida,
está tan cerca de la cruz, el cielo”.
Finalizada la Eucaristía, el ataúd fue depositado en una cureña que escoltaron sus hermanos sacerdotes junto a familiares y que fue conducida hasta el Cementerio Municipal de la ciudad. La peregrinación estuvo encabezada por la Banda de Honor del Instituto y fue acompañada por cientos de personas que caminaron cuatro kilómetros bajo un fuerte sol.
En el Campo Santo lo despidieron el P. Inspector, el Padre Carlo Lira, el profesor Carlos Moral en representación de los funcionarios del ISV, representantes del Centro de Alumnos, Antiguos Alumnos y Padres y Apoderados. Todos dieron testimonio de la abnegada entrega del Padre Ismael, en pos de los jóvenes del país. Le llamaron Amigo, Padre y Confesor, junto con agradecer el apostolado que este Salesiano realizó silencioso y lleno de amor.
