A los 85 años de edad fallece el P. Ismael Cruz Navarro

1311_1.jpgA las 01.00 AM del martes 13 de noviembre falleció, con 85 años de edad (68 de profesión y casi 59 de sacerdocio), el sacerdote salesiano P. Ismael Cruz Navarro, miembro de la comunidad salesiana de Valdivia. Los funerales se realizarán el miércoles 14 de noviembre a las 15.00 hrs. en el Colegio Salesiano de dicha ciudad para luego trasladar sus restos al mausoleo salesiano.

El deceso se produjo por una insuficiencia general en su organismo a causa de un cáncer. El decaimiento de este Salesiano se aceleró durante el jueves de la semana pasada. El viernes la comunidad de Valdivia celebró junto a él el sacramento de la Unción de los Enfermos, oportunidad en la que P. Ismael dio un emocionado “gracias” a Dios, a María Auxiliadora, a Don Bosco, a su familia y cuantos le han acompañado y ayudado en su vida privilegiada de servicio a la juventud como sacerdote salesiano.

Quienes compartieron con él en ese momento señalan que con ejemplar serenidad recibió el diagnóstico médico que acusaba un cáncer terminal grave. Desde la tarde del sábado al domingo su estado empeoró pasando desde una inconciencia ya libre de dolores físicos a un estado de coma.

Reseña Biográfica

El P. José Ismael Cruz Navarro nació en Santiago de Chile el 24 de agosto de 1922, hijo de Luis Rogelio y de María Mercedes.

Hizo su noviciado en la casa salesiana de Macul, en 1938. En esos años, había novicios de otras partes, especialmente de Italia que venían a iniciar su formación como misioneros. Viendo sus esmeros y buena disposición, junto a la claridad de querer ser salesiano, hace su primera profesión religiosa el 2 de febrero de 1939, siendo Inspector en aquel entonces el P. Luis Puertas.

Prosigue con su formación salesiana e intelectual, con los cursos de Filosofía y, luego del tirocinio realizado en Valdivia entre 1942-1944, los de Teología. Luego, ya mayor, se titulará en la Universidad Católica Santiago, como Profesor de Estado en Historia, Geografía y Educación Cívica. Más tarde, obtendrá el título de Profesor en Religión en la Universidad Católica de Valparaíso.

La anhelada y preparada ordenación sacerdotal llega el 28 de noviembre de 1948, por imposición de manos de Mons. Augusto Salinas, obispo auxiliar de Santiago. Junto a él, un grupo de otros jóvenes diáconos se postraban en el piso del Templo de María Auxiliadora, en la Alameda, transformándose en “otros Cristos” al servicio de las personas, especialmente de las más jóvenes. La mayoría de ellos ya han fallecido: P. Juvenal Dho (+ 1980), P. Francisco Petek (+ 2003), P. Miguel Machuca (+ 2006). Sobrevive, en Italia desde 1976, el P. Francisco Cecchini.

Su sencillez y espíritu de trabajo lo llevó a aceptar las obediencias que los superiores pensaban más convenientes para él y la misión salesiana:

1949-1953: Instituto Salesiano de Valdivia, como Coordinador de Pastoral (Catequista entonces) y encargado del Oratorio festivo;
1954-1956: Colegio Salesiano de Valparaíso, como Inspector (Consejero) de la Ens. Básica.
1957-1958: Liceo San Juan Bosco (Alameda), como Coordinador de Pastoral.
1959: El Patrocinio de San José, como Asistente.
1960-1961: Instituto Salesiano de Valdivia, como Coordinador de Pastoral y responsable del Oratorio festivo.
1962-1966: Colegio Cardenal Caro (Oratorio Don Bosco), como Profesor y estudiante de la UC.
1967-1968: Instituto Salesiano de Valdivia, como Coordinador de Pastoral.
1968-1970: El Patrocinio de San José, como Coordinador de Pastoral.
1971-1988: Colegio Salesiano de Valparaíso, como ayudante de Pastoral y encargado de los estudios.
1989-1992: Oratorio Don Bosco, como ayudante de pastoral y encargado de los estudios.
1993-1999: Instituto Salesiano de Valdivia, como confesor y servicios pastorales.
2000: Salesianos de La Cisterna, como vicario parroquial.
2001-2007: Instituto Salesiano de Valdivia.

Estando en Valparaíso, por los años ’70, buscando la manera de ofrecer a los niños y preadolescentes un programa formativo y estimulante, creó lo que con el tiempo se ha llamado Club Domingo Savio, donde la figura del santo alumno de don Bosco motivara a sus integrantes a imitarlo y vivir en santidad. Con el paso de los años, esa experiencia asociativa ha sido reconocida como parte del Movimiento Juvenil Salesiano de Chile, creciendo en número y calidad.

Los últimos años (desde el 2001 a la fecha), los pasó en la comunidad salesiana de Valdivia. Sumando todos los años pasados en dicha obra, en sus diferentes períodos, suman un total de 25. Allí se dedicó por entero al servicio de los niños, jóvenes y adultos que se les encomendaron. Fiel capellán de religiosas y de una capilla parroquial, todos los días, de invierno y verano, se disponía, caminando, para llegar a destino, celebrar la Eucaristía o escuchar las confesiones de los fieles. A los niños y jóvenes de más lejos les ofreció la posibilidad de tomar desayuno en el colegio, con donaciones y voluntarios que él conseguía con esfuerzo y dedicación, sirviendo él mismo las tazas de leche u otros líquidos, junto con el sándwich correspondiente.

El día anterior a la fiesta del 1º de noviembre quiso dar los buenos días a los estudiantes del Colegio, invitándoles a ser santos y a preparar el corazón para el encuentro con Dios. Tampoco pasó mucho tiempo desde que se le diagnosticó la enfermedad mortal. Todo se dio muy rápido, casi sin mayores sufrimientos. Dios lo encontró preparado y alerta, esperando el encuentro y abrazo de los buenos con su Señor. No necesitó mucho tiempo. Falleció cerca de la una de la mañana del martes 13 de noviembre, rodeado de sus hermanos de comunidad y de sus parientes. Al momento de morir tenía 85 años de edad, 68 de profesión y casi 59 de sacerdocio.