Luego de varios años por fin comienza a ver la luz el caso del Salesiano P. Gerardo Poblete, asesinado el 21 de octubre de 1973 cuando tenía 31 años de edad
y 2 de sacerdocio. El lunes 5 de noviembre se dio a conocer la noticia del fallo en primera instancia del Ministro de fuero de la Corte de Apelaciones de Santiago, Joaquín Billard Acuña, que condena a tres ex integrantes de Carabineros por el homicidio calificado del Salesiano.
{quickdown:246}
El magistrado sentenció a Blas Barraza Quintero y Froilán Mondaca Saez a 10 años y un día de presidio cada uno como autores del homicidio del presbítero; mientras que Enzo Meniconi Lorca fue sentenciado a tres años y un día de presidio como encubridor del mismo ilícito. A Meniconi Lorca se le concedió el beneficio de la libertad vigilada; mientras que los dos restantes deberán cumplir la pena de manera efectiva.
Durante la investigación se estableció que el domingo 21 de octubre de 1973 funcionarios de Carabineros, sin tener orden judicial o motivos que lo justificaran, arrestaron en el interior del Colegio Don Bosco de Iquique al P. Gerardo junto al seminarista Ricardo Salgado Torres. En los interrogatorios, los ex uniformados golpearon al Salesiano con elementos contundentes que le fracturaron el hueso del esternón y costillas, produciéndole hemorragias internas que le causaron la muerte, sin proporcionarle ayuda médica para salvarlo.
En un informe oficial que está inserto en los antecedentes de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, se señala que el P. Gerardo se cayó y se lesionó de tal forma que fue encontrado muerto en el interior del calabozo hasta donde fue conducido. Sin embargo, múltiples declaraciones que están en el expediente indican que no se cayó al pavimento desde el furgón, sino que fue golpeado en el interior de una comisaría hasta morir. La detención del Salesiano se produjo luego que una persona lo denunciara ante el ejército, acusándolo de espía. Mientras sufría la tortura gritaba: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Acerca de los sentenciados
Blas Barraza y Froilán Mondaca deberán presentarse en el tribunal o de lo contrario se decretarán las respectivas órdenes de arresto. Barraza tiene actualmente domicilio en Calama y se desempeña como empleado en una empresa minera, mientras que Mondaca Sáez vive en Iquique.
Declaración de pública
La Inspectoría ha emitido una declaración pública que señala que “han sido largos años de dolor y de desconcierto” por todo el tiempo transcurrido sin esclarecer la pérdida de un hermano de Congregación que estuvo “al servicio de los jóvenes y de la Iglesia”, y cuya familia le ha llorado todos estos años.
El texto indica también la alegría profunda por este paso de justicia que se da. “Esperamos que los pasos siguientes sean más rápidos que los precedentes para poder cerrar el caso de manera definitiva y poder tener un poco de consuelo en nuestros corazones y en los de su familia”, agrega.
{quickdown:246}
Fuente: La Estrella de Iquique, OFISA
