Con el templo de María Auxiliadora de Lo Cañas repleto de amigos, familiares y jóvenes, recibieron, respectivamente, el orden del Diaconado y el Sacerdocio los salesianos Darío Bogado 
(Inspectoría del Paraguay) y Víctor Mora Rivera (Inspectoría de Chile) el sábado 27 de octubre, en Eucaristía presidida por el Obispo Emérito de Punta Arenas, Monseñor Tomás González.
Como cada evento importante de la Inspectoría, fue evidente el trabajo de preparación de cada momento de le ceremonia, realizado principalmente por los estudiantes de Teología a cargo del templo y la ceremonia misma, y la música y el canto, a cargo del coro de Macul.
Los ordenandos agradecieron, en primer lugar, al P. Obispo Tomás por haber aceptado presidir la Eucaristía, luego del inconveniente que tuvo Mons. Héctor Vargas en su regreso desde Francia producto de la huelga Air France.
Luego de cumplir con los ritos ceremoniales establecidos y llegado el momento de la homilía, Mons. González habló a Víctor y Darío, explicándoles el contexto en que dan su sí al Señor:
“Participamos en una celebración fundamental y necesaria para nuestra época actual. En efecto, la sociedad entera se pregunta, ¿qué nos está sucediendo, qué son tales los cambios que se viven en estos momentos, con tanta rapidez que nos inquietan sin saber cómo dar respuestas válidas para el hombre y la mujer de nuestro tiempo, especialmente para la cultura juvenil? Frente a este desafío, la Iglesia de Cristo también debe atreverse a dar elementos válidos para que su presencia en la sociedad actual sea una presencia eficaz”.
Luego de dar una recorrido por la lecturas bíblicas del día en las que se reflejaron la dimensión sacerdotal de Jesús como Buen Pastor, el Obispo les dijo a los ordenandos: “¡Bienvenidos valientes pastores educadores, discípulos misioneros del Señor Jesús, para ser respuesta que vale la pena, para nuestra sociedad actual!”.
Por su parte, el ya P. Víctor Mora fue el encargado de transmitir a los presentes sus sensaciones como neos diácono y presbítero. Emocionadamente dijo: “Este es un gran día, en el que los protagonistas no somos ni Darío ni yo, sino es Dios, Dios mismo que nos regala este momento del cual ustedes son testigos, donde el Señor muestra su gran bondad y amor para con cada uno de sus hijos. Hoy es un gran día también en nuestras vidas, y una vez más puedo decir que nuestras almas han contemplado la grandeza del Señor. Gracias a todos ustedes que hoy se encuentran acompañándonos”. 
Refiriéndose a los muchos jóvenes presentes, señaló: “Mi alma canta la grandeza del Señor especialmente por los jóvenes. Como dice un poeta, hay momentos en la vida de cada hombre que vislumbra la eternidad, mis queridos jóvenes crean que es lo que estoy viviendo en este instante, son ustedes los que han llenado de sentido mi vida y por los cuales estoy dispuesto a dar toda mi vida si es necesario.
Concluyó diciendo: “En ustedes he podido contemplar la grandeza del Señor, ustedes muchachos son la razón de ser de mi vida como salesiano sacerdote. Gracias, queridos jóvenes, porque sin saberlo ustedes me elevan cada día a lo alto, lo que me permite consagrar toda mi vida a Dios y a su servicio”.
Finalizada la ceremonia, el P. Inspector Natale Vitali manifestó su alegría por un nuevo sacerdote para la Inspectoría, señalando que a su parecer, Víctor será un buen aporte al trabajo educativo pastoral de las comunidades salesianas chilenas. Por otra parte manifestó su satisfacción por el trabajo que realiza la Inspectoría al ayudar a Paraguay y Perú en la formación y ordenación de sus salesianos estudiantes.
Por su parte, Mons. Tomás González manifestó su doble alegría: por haber sido transmisor del Espíritu del Señor sobre un diácono y un nuevo presbítero, y por el hecho de que ambos son salesianos: “El hecho de que sean salesianos es una alegría doble, porque como decía en la homilía, lo que más pide el mundo de hoy, en especial en el mundo de los jóvenes, son respuestas válidas, y estos hermanos se han atrevido a dar estas respuestas, ellos son la respuesta válida para el momento actual al estilo de Don Bosco”.
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