“Abogado ante el Señor, puente y pontífice”

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En la tarde del 31 de agosto, se realizó la misa funeral para despedir los restos mortales del sacerdote salesiano Hugo Muñoz Fuenzalida, quien regresó a la casa del Señor en la noche del miércoles 29. Este Salesiano tuvo como lema sacerdotal: “Tomado entre los hombres, para ser representante ante Dios”.

La Eucaristía estuvo presidida por el P. Ignacio Muñoz -párroco, canónigo de la Catedral de Santiago y sobrino del padre “Huguito”- y fue concelebrada por el P. Helvecio Baruffi, Consejero Regional del Rector Mayor y varios de sus hermanos de Congregación. El P. Inspector Natale Vitali no pudo estar presente por encontrarse en visita de animación a las presencias de Punta Arenas.

En la ceremonia, que se realizó en la Parroquia de María Auxiliadora de Santiago, estuvieron presentes también hermanos, sobrinos y sobrinos nietos del P. Hugo, además de familiares y amigos. Al comenzar, el P. Antonio Larraín, Director de la casa Felipe Rinaldi -donde se encontraba el padre Hugo desde hace años- hizo una reseña de la vida este Salesiano y de su labor en la Inspectoría.

Luego, en su homilía, el P. Ignacio se dirigió muy cariñosamente al “tío Hugo”. Recordó algunos momentos de su vida sacerdotal, tan marcada por su amor a los niños y jóvenes, sus cualidades de educador, y lo llamó “abogado ante el Señor, puente y pontífice”.

“Imposible olvidar lo que le gustaba jugar con los niños y jóvenes, en medio de la familia. ¡Cómo gozábamos todos con los sones que emitía con el pito y la flauta tan características de su persona! Así educaba en la intimidad del Señor, así educaba en el optimismo y la alegría”, recordó el P. Muñoz.

El sacerdote agradeció al P. Hugo por haberle enseñado el amor a la Madre Auxiliadora y lo recordó siempre con un rosario entre las manos. Agradeció además al Señor, por haber mostrado su rostro a los niños a través del P. Hugo.

Las ofrendas fueron presentadas por salesianos de las casa de formación y junto al pan y al vino, ofrecieron al Señor un cojín del Colo Colo, equipo favorito del P. Hugo, y su flauta, que muchos recuerdo trajo a los presentes.

Al final de la Eucaristía, entregaron su testimonio su hermano Roberto, un primo, una sobrina nieta, una Hija de María Auxiliadora y un antiguo alumno del Liceo Arriarán Barros. Todos coincidieron en destacar que gracias al testimonio del P. “Huguito”, la familia y sus amigos se acercaron al Señor, logrando grandes colaboradores de la Iglesia, y más de alguna vocación religiosa, como la del P. Ignacio, quien recibió de sus manos el sacramento de la Primera Comunión y ahora agradeció la oportunidad de despedirlo.