Cincuenta mil peregrinos -en su mayoría jóvenes- dieron testimonio a la ciudad de Santiago de la adhesión a un proyecto de vida donde la solidaridad no puede estar ausente. Así quedó de manifiesto el sábado 25 de agosto en la XVIº Versión de la Caminata de la Solidaridad, evento organizado por la Vicaría de la Esperanza Joven en conjunto con el Santuario y la Fundación Padre Hurtado, y que cada año se inspira en la gran figura de este santo y cuyo lema fue “Cristo es nuestra Alegría”.
Como ha sido costumbre en las últimas versiones, integrantes del Movimiento Juvenil Salesiano animaron la segunda de las seis estaciones, cuyo lema anunciaba: “El apostolado se hace en un abrazo”, con el cual se comunicó, a través de este gesto de cariño, la acogida que la Iglesia brinda a todos y sin distinción. Los encargados nacionales de las distintas experiencias asociativas, en conjunto con varios jóvenes provenientes de la obra salesianos Alameda y de la parroquia salesiana Santo Domingo Savio de San Ramón, participaron en la preparación de la estación -emplazada en la intersección de las calles Ricardo Cumming y Alameda, justo frente al santuario María Auxiliadora- y animaron a los peregrinos a través del canto, la oración y textos que exhortaban al compromiso con la sociedad y con los problemas que urgen al país, desde la perspectiva cristiana y como miembro de la Iglesia Católica.
Luego de los 8 kilómetros recorridos desde la Estación Mapocho, los peregrinos llegaron al Santuario del Padre Alberto Hurtado para compartir una liturgia presidida por el Obispo Auxiliar de Santiago, Monseñor Cristián Contreras, quien recibió los sueños de los jóvenes para el Bicentenario.
Ya en el santuario, bailes y marionetas gigantes iniciaron el acto artístico que representó la aspiración de las personas a ser felices y cómo Cristo es la fuente de este anhelo.
La liturgia se inició con un gesto solidario en favor de los hermanos peruanos afectados por el terremoto, que se plasmó en una colecta a depositar en la cuenta de Caritas Chile, mientras los asistentes coreaban “!Perú, Perú”!.
El llamado del obispo Auxiliar a los asistentes fue: “Comprométanse con el mandamiento del amor, comprométanse unos con otros… Alberto Hurtado es un santo que sonríe porque cumplió con este mandamiento, como Jesús le pidió. Jóvenes, hagan ustedes lo mismo”.
La Caminata es el cierre a un mes dedicado a la solidaridad donde distintas instituciones de iglesia como el Arzobispado de Santiago, a través del Departamento de Opinión Pública; las Vicarías de la Esperanza, los Trabajadores y la Pastoral Social; así como también, organizaciones ligadas al testimonio del santo como La Fundación y el Santuario del Padre Hurtado, el Hogar de Cristo y Caritas Chile invitaron a “Reconstruir el Mundo”.
Fuente: MJS, VEJ
