“Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los albañiles”

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El 4 de agosto fue día de fiesta para el liceo salesiano Manuel Arriarán Barros de La Cisterna. Contando con la presencia de autoridades del colegio, la comuna y la Iglesia de Santiago, se inauguró un nuevo edificio de dos pisos, fruto de un proyecto gestado en 2005 y que luego de seis meses de trabajo tiene como resultado flamantes dependencias que alcanzan los 2 mil metros cuadrados de construcción y cerca de 950 millones de pesos en inversión, dinero alcanzado gracias a la ayuda del economato inspectorial y el trabajo de la comunidad educativa.

El nuevo edificio contiene 16 salas para 40 alumnos cada una, que se destinarán al segundo ciclo de Educación Básica y toda la Educación Media; también cuatro oficinas dobles, baños para los dos pisos, salas de orientación, auditórium multiuso y una sala de computación. Las salas ya están operativas.

El profesor de Educación Física y antiguo alumno del Arriarán Barros, Alexis Ubal, señaló que esta nueva construcción beneficiará a toda la comunidad porque se permitirá que básica y media tengan su Jornada Escolar Completa juntos, sueño de mucho tiempo: “Los profesores que trabajamos con los Salesianos somos soñadores, como Don Bosco”, dijo.

A las 8 de la mañana, la celebración comenzó con los alumnos. Se les hizo entrega oficial de las salas que alojarán a los cursos desde 7º básico a IV medio. Más tarde, se realizó la bendición y corte de cinta, en las que participaron las autoridades presentes, entre los que se contaban el padre Cristián Precht, Vicario de la zona Sur, el alcalde de La Cisterna, Santiago Rebolledo; el representante del alcalde de San Ramón, Marcelo Santibáñez; el diputado Iván Moreira; el padre Inspector Natale Vitali y miembros de su Consejo Inspectorial y el gerente del proyecto de construcción, Rodrigo Gutiérrez.

Compartiendo el momento también se encontraba la comunidad religiosa de la obra, algunos salesianos, las directivas de los centros de Padres y Alumnos, profesores, personal administrativo y amigos en general.

En sus palabras, el padre Director Hugo Strahsburger, dio gracias a Dios por la realización de esta mejora sustancial del Liceo y recordó cómo Don Bosco lograba favorables condiciones para sus jóvenes: “Don Bosco, nuestro Padre, confió siempre en la providencia de Dios y sin tener muchos bienes materiales logró realizar grandes empresas y construir espacios para la formación de buenos cristianos y honestos ciudadanos con sus familias, en lugares de misión, en ciudades y campos, mostrando que el Espíritu del Señor nunca le abandonó y en quien él puso toda su confianza. Somos hijos de un padre soñador, que se lanzó temerariamente por los caminos de la evangelización y de la civilización, apoyado en un Dios que no falla y en los dones que El recibió y multiplicó creativamente en miles de iniciativas por el bien de sus queridos jóvenes pobres y abandonados”.

El Director hizo una especial mención al padre Mario Scomparín, ecónomo del Liceo: “Junto con esto la figura señera, siempre presente, con una preocupación constante por los plazos y las sumas de dinero que apremiaban, al P. Mario Scomparín, Administrador del Liceo, y Párroco, hoy postrado en cama recuperándose de una gran intervención quirúrgica al corazón. Ese corazón que tanto tuvo que trabajar ante este gran proyecto que tuvo sus particulares dificultades para su realización, como todo proyecto importante. Reconocemos en la figura del P. Mario Scomparín a todos los que con él hemos puesto nuestras energías y dones”.

Además de agradecer a sus hermanos de la Inspectoría por su apoyo en la construcción de este edificio, el padre Strahsburger recordó muy especialmente a quien tuviera un papel preponderante en el desarrollo del LAB, el Cardenal Silva: “Días atrás, en una mañana asoleada y luminosa, desde el segundo piso de este edificio se podía contemplar una armonioso conjunto de edificios, que forman la presencia estructural de la Obra Don Bosco de la Cisterna, donde la vista se encontraba con el imponente Templo don Bosco son su majestuosa torre. ¡Y cómo no recordar la señera y dinámica figura de nuestro querido y recordado Cardenal Raúl Silva Henríquez creador de todo ese magnífico Templo y su conjunto! Su figura nos inspira hoy para seguir construyendo en especial la comunidad humana y salesiana al servicio de la Cisterna, como quería el Cardenal Silva, servir a los más pobres y necesitados. Hermoso desafío que no lo hemos olvidado! En la huellas del Cardenal suscribimos esta nueva realización”.

El broche de oro lo pusieron las palabras de Monseñor Precht al momento de bendecir el edificio y cortar la cinta. El sacerdote explicó que siempre que se escucha hablar de La Cisterna se piensa en Don Bosco, de ahí su alegría al haber sido invitado a la bendición y agregó. “Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los albañiles, y si el Señor no cuida la ciudad, en vano vigilan los centinelas”.

La ceremonia finalizó con un vino de honor en donde pudieron compartir y celebrar todos los asistentes. Para septiembre se espera poder entregar un casino para 350 alumnos, baños y camarines aledaños al estadio.