Arzobispo de Santiago entrega memoria con datos históricos de la Arquidiócesis

El Arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, entregó por primera vez una memoria de la Arquidiócesis, en la mañana del miércoles 25 de julio, día del Apóstol Santiago, en una ceremonia a la que asistieron autoridades eclesiásticas y civiles, representantes de organizaciones de base, empresarios y personalidades del ámbito cultural.

La memoria 2006 entrega datos históricos de la Arquidiócesis e información acerca de la actividad sacramental, pastoral y social que desarrolla la Iglesia en Santiago a través de distintos organismos. Igualmente, informa de su estado económico y financiero, sus ingresos, egresos y destino de los recursos.

El Obispo Auxiliar de Santiago y Moderador de la Curia, Monseñor Fernando Chimalí, resaltó la importancia de este documento, porque “la comunidad debe estar informada de qué hacemos, cómo lo hacemos, con qué recursos contamos y cómo los administramos”, señaló. Agregó que “sin transparencia respecto de estas respuestas se hace difícil que las personas contribuyan con la Iglesia”.

Monseñor Chomalí agradeció a quienes ayudaron en la elaboración de la memoria y a los vicarios que entregaron los datos: “Los obispos nos recordaron en Aparecida, que lo más decisivo en la Iglesia, es siempre la acción del Señor…cada una de estas páginas pretende mostrar de manera ordenada y sistemática la acción del Señor a esta porción del pueblo de Dios, bajo la protección del apóstol Santiago y bajo la mirada atenta de María nuestra Madre. Esta es una memoria, un recuento, pero sobre todo un recuento muy agradecido que nos impulsa a seguir nuestra misión con más entusiasmo, más ardor, más amor y más intensidad”, señaló en la ceremonia realizada en el Edificio Arzobispal de Plaza de Armas.

El Obispo Auxiliar acotó que “los recursos que tiene la arquidiócesis son escasos, se financia en un alto porcentaje con el 1 por ciento de la ‘viuda pobre’, esa es la verdad y damos gracias a Dios por cada uno del 7 por ciento de los que se declaran católicos que mes a mes contribuyen con un aporte para el financiamiento de la Iglesia de Santiago”.

Monseñor Chomalí llamó a los católicos que tienen encuentros vivos con el Señor en la Eucaristías y en la vida sacramental de las Parroquias y Capillas, a hacerse corresponsables con la obra de la Iglesia: “A ellos les digo, qué sería de nuestro país sin la Iglesia, sin la palabra de vida de la cual es depositaria, qué sería de nosotros si no tuviéramos a alguien que nos recordara el sentido trascendente de la vida y el valor de cada ser humano, qué sería de nosotros si no nos dijeran con fuerza y sin vacilaciones que nuestros seres queridos que han fallecidos están vivos y junto a Dios, qué sería de nosotros si no nos recordaran que el perdón es posible, quién nos va a decir que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios y que valemos por lo que somos y no por lo que hacemos y tenemos, y quien nos va a decir que los pobres no pueden esperar y que debemos darnos a trabajar por un mundo mejor más justo…quién”.

Por su parte, el Cardenal Errázuriz, luego de agradecer la labor de quienes realizaron el trabajo, reflexionó sobre la línea pastoral de la Iglesia hoy en día: “Yo creo que ya pasaron los tiempos en que se entiendía por Iglesia a los obispos, sacerdotes, religiosos. Esos tiempos concluyeron, la Iglesia somos todos nosotros y su misión es nuestra, cada uno en su lugar en el mundo construyéndola en sus distintas actividades, compartimos su misión, y un ejemplo de ello es lo que pasó en Aparecida. Es por eso que es tan importante que todos conozcan cómo es y cómo funciona esa Iglesia que es ‘MI’ Iglesia”.

Luego el Arzobispo señaló: “Pero no sólo es responsabilidad y misión… es la alegría de los dones que Dios nos ha dado, el don inmenso de colaborar con Él en la construcción del Reino, sobre todo en aquellos que sufren y no conocen el rostro de Aquel que tanto los ama”.

Finalmente, el Cardenal Errázuriz compartió el concepto de corresponsabilidad mencionado por Monseñor Chomalí: “Aparecida insiste en que nosotros no somos tan sólo bautizados y confirmados sino que somos discípulos misioneros de Jesucristo y seguirlo por sus caminos: los del Evangelio, al lado de los que padecen por no tener suficiente esperanza en esta vida. Lo que más nos importa es sentir la corresponsabilidad en este futuro de esperanza que se abre después de Aparecida y compartir la misión del Señor en nuestros tiempos”.

Cabe destacar que según el último censo, los hogares chilenos llegan a 907.361, de los cuales sólo el 7 por ciento de los que se declararon católicos contribuye con el 1%.