En la tarde el jueves 12 de julio, la Ilustre Municipalidad de La Granja, en un solemne y significativo acto, dio por iniciada oficialmente la celebración del centenario del nacimiento del Cardenal Raúl Silva Henríquez.
El alcalde Claudio Arriagada creó una comisión municipal para trabajar en conjunto con las parroquias, el mundo social y político y la comunidad organizada, para preparar un nutrido programa de actividades con el objetivo de dar a conocer la figura, pensamiento y legado del Cardenal a nivel comunal.
Las acciones a seguir son variadas y estimulantes: concursos de afiches y graffittis; reproducción de material bibliográfico; realización de seminarios sobre “Educación Cívica y legado sobre su defensa de los Derechos Humanos” y “Creación de la Vicaría de la Solidaridad”; talleres laborales en Escuela de Dirigentes; además de la implementación de actividades de hermoseamiento, cambio de nombre de calles o colegios; actividades culturales, etc.
Al acto del jueves 12 concurrieron diversas personalidades del quehacer político, social y eclesial de la zona y del país. Entre otros se encontraban: Mons. Andrés Arteaga (Obispo auxiliar de Santiago), Ximena Vidal (diputada), Viviana Díaz (Agrupación de familiares de Detenidos y Desaparecidos, DD.DD.), Andrés Aylwin (ex – diputado), P. Alfonso Baeza (ex – vicario de Pastoral Obrera), P. Ronaldo Muñoz (teólogo, párroco en el sector), Nello Gargiulo (Fundación Cardenal Silva), párrocos de la zona, autoridades vecinales, agrupaciones sociales, representantes de los colegios, etc. Por la Congregación Salesiana participaron el P. Luis Peragallo (Secretario Inspectorial) y el P. Juan Bustamante (Área de Comunicación).
En la celebración del acto, desarrollado en el Auditórium Municipal, se exhibió el video sobre la vida del Cardenal, preparado y editado por la Universidad Católica Cardenal Silva Henríquez, y se escucharon diversos testimonios de personas que compartieron con el Cardenal y que agradecen su figura y aporte a la Iglesia y a Chile. El primero en tomar la palabra fue el teólogo Ronaldo Muñoz, sacerdote de los Sagrados Corazones, quien vive en el sector de la comuna y que tuvo muchos encuentros personales con el entonces Arzobispo de Santiago. Destacó en él su capacidad para escuchar, discutir los temas importantes, buscar puntos de vista. Lo sintió un padre cariñoso, pero firme y autoritario. Lo vio llorar amargamente por los atropellos a los derechos humanos de los que eran testigos en el año 1973.
La representante de los DD.DD, Viviana Díaz, agradeció al Cardenal haber hecho que la Iglesia se interesase por los más pobres, por los que sufrían, por los que eran perseguidos por sus ideas políticas. Con el Cardenal conocieron a una Iglesia cercana y misericordiosa, que atendió a todo el que pedía ayuda, sin importar credo ni color político.
El P. Baeza, antiguo discípulo y colaborador del Cardenal, reconoció que le costó enteder al Cardenal cuando llegó como Arzobispo de Santiago, lo sentían duro y que actuaba como gerente, pues quería hacer cosas más que reflexionar sobre teología. Poco a poco lo fueron entendiendo y queriendo, pues intuían que lo movía una profunda fe en el Señor que lo llevaba a estar seguro que se caminaba por el camino correcto. Nunca quiso actuar con violencia o agresión frente a las faltas de respeto del régimen militar. Ruega para que todo Chile sepa apreciar el don que ha hecho Dios a Chile en la persona del Cardenal Silva.
Luego tuvo la palabra el ex – diputado Andrés Aylwin, quien como abogado trabajó en la Vicaría de la Solidaridad, creada por el Cardenal, para investigar los atropellos a los derechos humanos por parte del régimen militar. Según él, el Cardenal es la figura más importante del Chile del siglo XX, pues apareció un hombre como él, fuerte y enérgico, en tiempos en que el odio se instauró como ideología y sistema, llevado a los chilenos a sentirse enemigos entre ellos mismos. Su lucha era la de Cristo, del Evangelio, era la lucha misma de la Patria.
Cerró el encuentro el alcalde Claudio Arriagada, quien insistió en el derecho que tienen todos los chilenos y diversas agrupaciones sociales y comunales, de apropiarse de la figura del Cardenal por ser quien fue y por el legado que ha dejado a Chile y a la Iglesia.
Ha destacado la organización de la comuna que ha buscado por todos los medios, aunque escasos para ellos, de poder dar realce a este acontecimiento natalicio. Además, han formado a muchos jóvenes para que hagan de monitores en las escuelas y colegios comunales para animar momentos formativos a nivel cívico entre sus compañeros, inspirados en la figura del Cardenal.
Además de los discursos, destacó la participación del ballet comunal, el cual, a través de una hermosa y sutil danza, supo plasmar una parte del mensaje póstumo del Cardenal, sobre “El Chile que yo amo”.
