Varias expresiones y muestras de afecto se realizaron el viernes 29 de junio y el domingo 1 de julio en Salesianos Alameda para celebrar la fiesta de la comunidad, que esta vez recuerda los 20 años de sacerdocio del P. Director Daniel Lescot. Las actividades también se realizaron en consideración del ministerio del párroco de María Auxiliadora, P. Manuel Fajardo, quien también cumplió 20 años de Sacerdocio.
A primera hora del viernes 29, el cuerpo docente ofreció un fraternal desayuno al P. Daniel en el cual le manifestaron su cercanía y reconocimiento; un momento especial se vivió cuando todos los profesores dieron su bendición al Salesiano.
Cerca del mediodía la comunidad educativa se congregó en el gimnasio del colegio para celebrar la Solemne Eucaristía, en la cual el P. Daniel Lescot y el P. Manuel renovaron sus votos sacerdotales. En un momento de la celebración, los mil 400 alumnos entonaron un canto en italiano.
Durante la tarde se realizó la velada oficial en el Auditórium del colegio. El Hermano Coadjutor Jorge Moraga -Subdirector del colegio- ofreció la velada señalando que “al celebrar estos 20 años de sacerdocio, es querer hacer fiesta porque el Señor sigue mandando obreros a sus mies”. La celebración contó con la presencia de la familia del director, todo el personal, apoderados y alumnos de cada curso y los representantes de los equipos pastorales.
Las expresiones artísticas consistieron en un baile, cuya coreografía trató el tema del valor de la amistad; además, un grupo instrumental del colegio interpretó dos temas musicales. Al finalizar el día se compartió la cena de la comunidad educativo pastoral.
La última actividad de la Fiesta de la comunidad se vivió el domingo 1 de julio. Los grupos pastorales y adultos participaron en forma especial de la Eucaristía en el Santuario María Auxiliadora, donde se destacó nuevamente los 20 años de ministerio sacerdotal del P. Daniel y el P. Manuel.
En sus intervenciones, el P. Daniel reflexionó que al mirar los 20 años nace un gran sentimiento de acción de gracias, especialmente a su familia y a su comunidad religiosa. “14 años de mi vida ha sido en esta comunidad pastoral, por lo mismo, es muy significativo”, sostuvo. Además, invitó los jóvenes a descubrir lo que quiere el Señor en sus vidas: “ser sacerdote vale la pena y no hay que tener miedo de preguntarse por la propia vocación”, concluyó.
