La Fundación Don Bosco Vida Compartida participó el miércoles 30 de mayo en una actividad donde personas en situación de calle obtuvieron su cédula de identidad, como un primer paso para lograr los beneficios sociales del sistema de protección social Chile solidario.
La ceremonia se realizó en las oficinas del Registro Civil y contó con la participación de Clarisa Hardy, Ministra de Mideplan; Benito Baranda, Director social del Hogar de Cristo y Antonio Ovando, Director Ejecutivo de la Fundación Don Bosco.
Junto con resaltar la gestión del programa que realiza Mideplan en conjunto con organizaciones de la sociedad civil como lo es la Fundación Don Bosco, tanto la Ministra Hardy como Benito Baranda, aprovecharon la oportunidad para enviar un cariñoso saludo a la Inspectoría que se encuentra viviendo su Capítulo Inspectorial 2007.
Saludo de Clarisa Hardy, Ministra de Mideplan
– Quisiera saludar a la Congregación Salesiana y felicitarla por la labor que realizan, en tareas como ésta, en las cuales se trata de superar ya no sólo la extrema pobreza. Finalmente este país y sucesivamente los gobiernos, han logrado erradicar las señales más fuertes de la pobreza y la está reduciendo sistemáticamente, sin embargo, las sociedades modernas tienen otros problemas que son los de desintegración social, fruto de los modelos de convivencia que tenemos, de daños que se están produciendo muchas veces en los procesos de desintegración familiar. En este tipo de tareas que tiene que ver con culturas de convivencia en que se han roto los lazos de solidaridad, es impensable e imposible que sea sólo una tarea del Gobierno, e iniciativas como las que realiza la Congregación Salesiana, son fundamentales para ayudar solidariamente a prevenir estas situaciones y enfrentarlas. Yo los invito a persistir en esta labor y a seguir colaborando en estas tareas. Saludo de Benito Baranda, Director Social Hogar de Cristo
– Un mensaje muy cariñoso a los salesianos. Muchos Saludos. Don Bosco tiene una tremenda similitud con el Padre Hurtado, y creo que lo que están haciendo a través de la Fundación Don Bosco es cumplir con esa gran misión que nos señaló Don Bosco: el servicio especialmente a los niños y jóvenes que están en condición de mayor exclusión social, para quienes muchas veces hay muy pocas esperanzas y frente a los cuales la sociedad siempre tiene ‘portazos’, o los considera como fracasados, y privilegia medidas de reclusión frente a las oportunidades que tienen estos jóvenes para aportar a la sociedad.
No desfallezcan en este camino, es un camino común que estamos realizando muchas organizaciones y que nunca va a ser popular ni aplaudido por la comunidad. Al contrario, lo más probable es que sea castigado, pero más que Jesucristo ninguno será castigado, así que tenemos esperanzas”
