“Necesitamos gente de buen corazón”. Esta es la frase que cruza el gran corazón rojo que recorre Santiago en las camionetas de la Fundación Don Bosco Vida compartida, en búsqueda de niños y jóvenes que deambulan por las calles. El mensaje es parte uno de los elementos de la nueva imagen corporativa de la Fundación, nueva cara que ha sido posible gracias al trabajo voluntario y gratuito de la Agencia TWB.
Al término del lanzamiento de la campaña Al Bicentenario sin niños en las calles –jueves 10 de mayo en Recoleta-, el Área de Comunicación de la Inspectoría conversó con los profesionales responsables para conocer los pormenores de la nueva imagen y los motivos que les llevaron a brindar tan importante aporte.
El publicista Lothar Diehl (36 años) explicó que en este trabajo se quiso aplicar el mismo concepto que se utiliza para las buenas marcas, lo que implicó buscar un icono sencillo –que en este caso es el gran corazón rojo-, pero a la vez reconocible, que al verlo cualquier persona pudiera vincularlo y construirlo de manera rápida, por ejemplo, si se le pidiera a un niño que lo dibuje. Además la idea es que permitiera un funcionamiento e impacto inmediato.
El trabajo de la agencia ha estado en la línea no solamente de crear elementos para la identidad, sino que además de asesorar a la fundación en los procesos comunicacionales. Una de las recomendaciones fue acortar el dominio del sitio a www.fundaciondonbosco.cl (otrora www.fundacionprogramadonbosco.cl) para facilitar el ingreso a los destinatarios.
Por otra parte, las camionetas que recorren la ciudad, además de cumplir la labor de búsqueda de los niños y jóvenes dentro en base a un proyecto específico, fueron ideadas como un elemento de difusión, motivo por el cual las adorna el corazón y el nombre de dominio del sitio web.
Una iniciativa desde el corazón
El diseñador gráfico Jorge López (38 años) explicó que la motivación para colaborar surgió una mañana cuando vieron una nota del TVN donde mostraron la realidad de los niños que van a las bombas de bencina a pedir combustible para drogarse. Explica que desde antes se estaba con la idea de ayudar a alguna Fundación y que con la nota televisiva se alcanzó la sensibilidad hacia el tema como para animarse a llamar y ofrecer ayuda, la cual fue aceptada de inmediato. “Fue una iniciativa del corazón que surgió de manera espontánea”, afirman.
Luego de casi seis meses de trabajo con la entidad salesiana, aseveraran que han hecho una buena elección y que la idea de diseño ha tenido el impacto esperado en la comunidad. “Vemos como comunicadores que se está construyendo una marca, que puede sonar un poco frío, pero es un instrumento…en la medida que se hace una buena imagen corporativa, un buen trabajo de comunicación, ligado a una buena página web para que la comunicación sea fácil y rápida, se logran los objetivos”, sostuvieron.
Lothar agregó que le causó un gran impacto ver como niños “piden bencina como si fueran autos, y se destruyen”. Esa situación combinó con la coyuntura de los planes de la Fundación de alcanzar un Bicentenario sin niños en las calles, lo cual esperan de verdad pueda lograrse y para lo cual se sienten plenamente comprometidos con su trabajo.
Explicaron que esperan dentro de poco implementar las herramientas necesarias en el sitio, que permita potenciar la captación de socios a través de inscripción electrónica.
