“Vivir siempre alegres y como verdaderos hijos de Dios y Don Bosco”

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“Vivir siempre alegres y como verdaderos hijos de Dios y Don Bosco”. Este fue el compromiso asumido por los pequeñitos alumnos de Kínder que se integran al Centro Educativo Salesianos Talca (Sede Norte), y que recibieron la bienvenida y bendición del padre Director Carlos Ordóñez el viernes 23 de marzo, en presencia de educadoras, asistentes, padres y apoderados.

La actividad se llevó a cabo en el templo parroquial y en ella el padre Carlos hizo un recorrido desde los comienzos de la presencia salesiana en la ciudad, citando al Santo Soñador Juan Bosco cuando hace 118 años daba el visto bueno para que llegaran a Talca los primeros salesianos a formar niños y jóvenes, procurando hacer de ellos “Buenos cristianos y honestos ciudadanos”. De esta manera, dio a entender a los nuevos miembros de la familia salesiana cómo iniciar un trabajo en conjunto para alcanzar altas cumbres en la vida.

Los niños realizaron su compromiso rodeando el altar, el cual incluyó también el respeto a sus profesores y la búsqueda de la santidad como lo hiciera Domingo Savio. Luego fue el turno de los apoderados para comprometerse a acompañar a sus hijos en este camino, asumiendo como principales responsables de su educación y evangelización.

En la liturgia estuvo presente el primer diálogo entre Domingo Savio y don Bosco a través de imágenes proyectadas. Fue después de esta presentación que los tutores y educadores salesianos se comprometieron a anunciar que “Jesús los quiere felices, aquí y en la eternidad”, asumiendo para ello la tarea de acompañar a los alumnos y sus familias con la misma actitud de Jesús como “buen pastor”.

Luego el padre Carlos invitó a los asistentes a dirigir la mirada hacia la Virgen María, para posteriormente depositar a sus pies un ramo de flores, como expresión de cariño y confianza, asumiendo, como dijo don Bosco: “ella lo ha hecho todo”.

Al finalizar la ceremonia se compartió la luz de Cristo que desde ese momento acompañará a los niños y familias, al alero de esta casa salesiana que comienza a ser también de ellos.