Por tercer año consecutivo, la Diócesis de Arica, a través del equipo animador de la Pastoral de Colegios, lleva adelante el programa de Colonias Urbanas “Villa Feliz”. Más de 200 jóvenes provenientes de colegios, parroquias y movimientos apostólicos se preparan para dedicar parte de sus vacaciones de verano a servir como voluntarios en medio de niños de condición social vulnerable.
Se trata de ofrecerles por cerca de diez días actividades recreativas, de desarrollo personal, catequesis, alimentación y por sobre todas las cosas afecto y amistad. Para ello, durante diciembre los monitores han estado formándose mediante cursos y jornadas para ofrecer a los niños que no pueden viajar de vacaciones, un espacio, cercano a sus mismos barrios, en donde encontrarse como amigos y vivir en la alegría.
El estilo y pedagogía de esta experiencia está inspirada en la espiritualidad salesiana de San Juan Bosco. Este año, la Colonias se llevarán a cabo en cuatro centros, y confían poder atender a unos mil niños.
La misa de envío de todos los monitores y entrega de signos, se realizó este sábado 30 de diciembre en la Iglesia Catedral y fue presidida por Monseñor Héctor Vargas, quien manifestó a los jóvenes monitores que “el trabajo no es sencillo, los primeros dos días serán complicados y terminarán el periodo profundamente agotados, pero también profundamente gozosos; físicamente extenuados, sufriendo la perdida de los niños, pero internamente muy contentos”.
“Ustedes, en algún momento de sus vidas, de alguna forma, reconocieron al Señor que venía a visitarlos, sintieron su presencia viva en ustedes, esta experiencia ahora los motiva a hacer crecer al Señor en ustedes y no dejarlo como un Dios privado, sino a donarlo, entregarlo a otros”. “Chiquillos, hoy son enviados a llevar a Jesús recién nacido a quienes mas lo necesitan”, agregó.
Fuente: Comunicaciones Arica