Durante la semana recién pasada se realizaron distintos actos de finalización del año lectivo en el colegio Santo Domingo Savio de Alto Hospicio.
El viernes 1 de diciembre se graduaron los alumnos de los Talleres Don Bosco. Setenta personas, entre adultos y jóvenes, finalizaron con éxito su proceso formativo en estos cursos de capacitación laboral. Durante la ceremonia el padre director Patricio Araya, bendijo cinco nuevas maquinas soldadoras adquiridas para cambio de la antes existentes que ya han cumplido con su vida útil. También se inauguró oficialmente las nuevas dependencias de la cocina, para el buen desarrollo del curso de Pastelería.
El lunes 4 se celebró la Eucaristía de finalización del año académico en el Colegio, oportunidad en la que se contó con la presencia de la comunidad religiosa salesiana. En su homilía, el padre Patricio agradeció a Dios, a nombre de toda la comunidad, por la vida por este año lleno de sacrificios y alegrías. “Queremos dar gracias por los niños y sus padre; profesores y administrativos, personal de apoyo y a una comunidad religiosa que anima esta presencia; pidamos por que el próximo año sea mejor en todos los sentidos y que el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo inunde nuestros corazones de gracia y de amor”, señaló.
El martes 5 se realizó la procesión de la Virgen Maria con la que el Colegio puso fin a las actividades del Mes de Maria. Participaron todo el alumnado y profesores, mas la colaboración de los padres y apoderados. Se contó también con la presencia del coordinador de la pastoral del colegio, padre Juan Vásquez, y el padre rector Raymundo Roccaro.
El miércoles 6 se realizó el acto de premiación de los alumnos más destacados del colegio, tanto en lo académico, como en lo extraescolar.
El jueves 7 se realizó la graduación de los niños de Kinder, que fue presidida por el padre rector Raymundo Roccaro, quien manifestó su alegría al verlos como han ido creciendo y aprendiendo nuevas y más cosas.
Por la tarde se llevó a cabo la licenciatura de la tercera promoción de octavo del Colegio, en la cual una apoderada dio las gracias a la Congregación en la figura del director por todo lo entregado a sus hijos, manifestando la pena de partir de este colegio que lo considera su casa. Por su parte el director, los conminó a demostrar los valores, principios y conocimientos adquiridos en esta obra, que demuestren que son hijos de Don Bosco, que son hijos agradecidos de sus padres, que quieren mostrar al mundo que se puede ser santo, haciendo bien lo de cada día; y que la base de un buen futuro está en saber aprovechar todo los conocimientos adquiridos.