Finalizada la 92 Asamblea Plenaria del Episcopado el 17 de noviembre, y ya entregado el Mensaje que está vez se tituló “A despertar la conciencia moral y penal”, el Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Alejandro Goic Karmelic, y Mons. Cristián Contreras Villarroel, Obispo Auxiliar de Santiago y Secretario General de la CECh, ofrecieron una conferencia de prensa en Punta de Tralca, donde se refirieron a importantes temas de contingencia.
A continuación, un extracto de los principales temas abordado por los Obispos en su encuentro con la prensa. Al texto en su extensión, se puede acceder en Iglesia.cl.
Consulta sobre los rasgos de los focos de corrupción
Mons. Goic:
Es evidente que hay hechos concretos de corrupción. La opinión pública así lo ha manejado. Esperamos que la justicia y las comisiones respectivas logren detectar la verdadera dimensión que eso ha tenido.
Insisto: este país no es un país corrupto. Hay una clase política que -gracias a Dios- es sana .Hay focos que preocupan, y esos focos hay que erradicarlos por el bien de todo el país y por el prestigio de la clase política. Cuando un país pierde su confianza en los actores políticos, en sus autoridades políticas, puede caer en manos de caudillos. Por eso es que nos interesa que se exprese claramente lo que ocurrió, y si alguien es culpable que se les sancione como corresponde. El prestigio de la clase política es importantísimo para la convivencia del país.
Consulta sobre el proyecto de despenalización del aborto
Mons. Goic:
En nuestra declaración reiteramos nuestro compromiso por la vida. La Iglesia, en fidelidad con Jesucristo y el Evangelio, es defensora de la vida desde su origen hasta su muerte natural.
Las últimas encuestas revelan que la gran mayoría de los chilenos se opone al aborto.
Respetamos hoy la vida, así como hizo también la Iglesia en el pasado, cuando luchamos por defender la vida de los que eran ilegítimamente abusados en su dignidad, por ejemplo con la tortura. De ese mismo modo, hoy tenemos que crear todas las condiciones necesarias para ayudar a las familias, particularmente a las mujeres que engendran una nueva existencia, a que esa existencia tenga derecho a existir. Los índices de natalidad son muy bajos.
Trabajemos por hacer un país más justo. El aborto es un tema que divide, incluso a la misma coalición de gobierno. Vamos a defender siempre, y en toda circunstancia, el sagrado derecho a la vida.
Consulta sobre la adhesión de los jóvenes a los valores cristianos
Mons. Goic:
Ojalá que todos los jóvenes siguieran al Padre Hurtado. Bendito sea Dios que le sigan. Es un modelo magnífico. Yo creo que tenemos que reencantar a la juventud con la vocación política y de servicio al bien común. El Concilio Vaticano habla que la política es un arte noble, y que hay que prepararse con profundidad para servir a todo un país. A mí lo que me preocupa es que se desprestigie la acción política, porque cuando eso ocurre en un país (lo reitero), el país cae en manos de caudillos o de dictadores. Y eso no podemos permitirlo. Por eso la tarea de toda la sociedad, y especialmente de la Iglesia desde su perspectiva, es entregar una adecuada formación social a las personas que quieren escuchar. Si no, el país va al barranco.
Consulta sobre las vocaciones sacerdotales
Mons. Contreras:
Es un tema que también hemos tratado en diversas reuniones de obispos. Tenemos una pastoral vocacional. Los llamados están. El Señor no abandona a su pueblo, y Él cumple. Hay que ayudar a los jóvenes a entrar en sintonía con esos llamados. Hoy existen demasiadas voces, y tenemos que favorecer las condiciones para que los muchachos y las chiquillas puedan preguntarse qué es lo que Dios quiere de ellos. Estamos trabajando en esto. Estamos ciertamente preocupados, porque hay una baja considerable de la cantidad de personas que entran a los seminarios. Eso ocurre en las sociedades del bienestar económico en que las perspectivas de realización personal se están poniendo en el dinero y en el éxito. Tenemos que entrar en una etapa de predicación del Evangelio con nuevo ardor y nuevos métodos.