No podemos acostumbrarnos o justificar formas de corrupción personal o institucionalizada, que pasan por encima de la ley, aunque sean pequeñas, o estilos de vida que no manifiestan lo bello, lo bueno y lo generoso que hay en la herencia de nuestro pueblo y del servicio público, manifestaron los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile, al concluir su 92 Asamblea Plenaria.
Los pastores creen de vital importancia mantener viva y despierta la conciencia moral, educándola a la luz de la recta razón y del Evangelio, para contribuir a la construcción de un país más justo y transparente, agradecido del don de la vida y por todo aquello que la hace más digna.
Los Obispos invitan a todos a contribuir activamente en la construcción de proyectos sociales y políticos que superen visiones mezquinas de intereses partidistas o de categoría social y que tengan, en cambio, como objetivo un Chile más humano y más justo, especialmente a favor de los más pobres. “Pensamos en los campos de la familia, de la educación, del trabajo, de la vivienda digna, de la relación con los pueblos originarios, de la ecología y de las comunicaciones sociales”.
Al mismo tiempo, llaman a Volver la mirada y el corazón a Dios. “Es bueno reconocer que la semilla de muchas incoherencias sociales se encuentran en la pretensión de ignorar y alejar a Dios de la vida pública para recluirlo al estrecho ámbito de lo individual y de lo íntimo. Un mundo privado de Dios se vuelve contra el hombre”, manifiestan en su Mensaje.