“Los salesianos fueron grandes maestros formadores y entre las formaciones adicionales que nos entregaban nos motivaban el amor por la naturaleza, el conocimiento, hacíamos excursiones, conocíamos los insectos, las plantas y las cosas propias de la región, lo vernáculo y, claro, para quien es receptivo, como lo era yo, casi por vocación natural, eso entraba en terreno abonado”.
Esta es parte de la entrevista titulada “Si los pobres no pueden esperar, las regiones tampoco”, del Premio Bicentenario 2006 y antiguo alumno salesiano Mateo Martinic, publicada en la edición electrónica de La Prensa Austral de Punta Arenas el lunes 13 de noviembre, en la cual queda de manifiesto la influencia decisiva de la educación salesiana recibida en el Liceo San José de Punta Arenas para su formación.