La Universidad de Yale, una de las más prestigiosas de Estados Unidos, proyecta destinar unos 250 millones de dolares en becas para atraer a los más talentosos estudiantes y académicos de América Latina y el resto del mundo, con el objetivo de transformarse en una entidad global.
Esta “conciencia global”, como la universidad ha llamado al programa, ha sido el resultado de la apertura de las fronteras al flujo de bienes, servicios, información y sobre todo de gente.
Yale, con sede en el estado de Massachussetts, a poca distancia de la Universidad de Harvard, se incluye entre los tres mejores centro académicos de Estados Unidos, según la clasificación de la revista Newsweek.
“Necesitamos completar la transformación de Yale de una universidad local a una regional, a una nacional, a una internacional”, dijo Richard Levin, presidente de la universidad.
De esta forma, Yale, la tercera después de Harvard y Stanford a nivel mundial, busca atraer estudiantes internacionales para fortalecer su proyecto por medio de la política de “admisión a ciegas” y becas completas para estudiantes de licenciatura y doctorado.
“Admisión a ciegas” es aprobar el ingreso de estudiantes que cuenten con altas calificaciones y méritos en sus países de origen, sin importar la capacidad de acceso a capital.
“Nosotros educamos a líderes, así que queremos atraer a los mejores estudiantes de América Latina y otras regiones”, dijo el presidente de la universidad.
De todos los estudiantes internacionales, el 70 por ciento que cursa su licenciatura tiene becas completas o semicompletas, mientras que el 100 por ciento de los estudiantes de doctorado tienen todos los gastos pagados, incluyendo matrícula. Aquellos que quieran estudiar una maestría y necesiten financiación deberán aplicar directamente con los departamentos.
Los estudiantes de licenciatura que sean aceptados y demuestren que el ingreso anual familiar es menor de 45.000 dólares, la universidad se compromete a becarlos en su totalidad. Para aquellos que demuestren que su renta familiar es menor de 150.000 dólares anuales, la universidad concederá cierto tipo de ayuda, dijo Levin.
En Yale cursan más de 11.000 estudiantes, 15 por ciento de los cuales son estudiantes internacionales. De todos los extranjeros, un 8 por ciento realiza cursos de licenciatura, 27 por ciento de maestría y 36 por ciento doctorados.
El primer estudiante de Latinoamérica llegó a Yale, fundada en 1701, en la década de 1830. Actualmente la universidad se dedica extensamente a los estudios internacionales, ofrece cursos en más de 50 idiomas extranjeros y más de 600 cursos relacionados a asuntos internacionales.
Yale ha creado el Centro para el Estudio de la Globalización, dirigido por el ex presidente Mexicano Ernesto Zedillo, además del centro para el Estudio de Idiomas, de Finanzas Internacionales, y el Instituto Internacional de Gobierno Corporativo.
“Actualmente existen 10 ó 15 ’universidades globales’ en el mundo, entre ellas están Yale, Harvard, Cambridge, Stanford, La Sorbonne, Kyoto y otras cuantas”, dijo Harold Hongju Koh, decano del Departamento de Derecho de Yale. “Pero para ser una universidad global se requieren recursos, tradición y visión”, añadió Koh.
Cuatro de los seis últimos presidentes de Estados Unidos, al igual que líderes de otros países, incluyendo al ex presidente Zedillo, se han graduado en Yale.
Ex alumnos de Yale fueron primeros presidentes o fundadores de las universidades de Princeton, Columbia, Cornell, Chicago y California, al igual que otras 35 universidades de Estados Unidos.
Y los decanos de los departamentos de derecho de las 15 mejores universidades de Estados Unidos se han graduado en Yale, dijo Koh.
“Yale valora su larga asociación con América Latina. Sus conexiones institucionales e individuales se han multiplicado dramáticamente en las décadas recientes, y la universidad está comprometida a reforzar y expandir esos vínculos en los años venideros”, dijo el Presidente Levin.