El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, planteó que los gobiernos no pueden ser indiferentes frente al tema de la familia y que es su rol velar por el bien común de la sociedad, y no solamente por la defensa de libertades individuales.
En entrevista concedida a Canal 13 de la Pontificia Universidad Católica de Chile y transmitida el miércoles 4 de septiembre, el purpurado manifestó que tiene la seguridad, manifestada tanto por la Presidenta Michelle Bachelet como por la Ministra Secretaria General de la Presidencia, Paulina Veloso, en el sentido de que en el actual Gobierno no se legalizará sobre el aborto.
Ante una consulta sobre la distribución a niñas de 14 años de la llamada píldora del día después, manifestó que corresponde analizar en serio si este compuesto es o no abortivo. Y si hay riesgo, no se puede usar, advirtió.
Consultado sobre cómo enfrenta la Iglesia el tema del embarazo adolescente cuando falla el colegio y los padres están ausentes, el Arzobispo recordó que en la Iglesia existen programas de preparación al matrimonio para apoyar a los novios, y otras tantas iniciativas que se hacen en silencio, como aquellos programas en colegios católicos con padres y apoderados en que se les ayuda a dialogar con sus hijos, procurando instancias de confianza.
“Aquí hay un gran problema en cuanto a la promoción de la familia. Y es que los gobiernos sostengan que hay muchos modelos de familia y entonces no promovemos ninguno. A un país no le puede ser indiferente que existan o no familias nucleares con padre, madre e hijos. ¡Cómo es posible que los gobiernos no miren el bien común sino solamente las libertades individuales y no promuevan aquello que es favorable al país”!, manifestó el purpurado.
Uniones homosexuales
Ante una pregunta sobre las iniciativas para regular las uniones homosexuales, el Cardenal Errázuriz recordó que en primer lugar, se debe un respeto a las personas que tienen una tendencia homosexual y que muchas veces han sido mal tratadas y discriminadas; también se debe respetar la libertad individual, por cuanto la manera en que va a vivir una persona debe decidirla en conciencia. Pero aclaró que hay que examinar con cuidado si esta nueva fórmula que se está debatiendo crea un nuevo estado civil o no, porque “si la unión es exclusiva y excluyente, aun sin usar la palabra, se puede convertir en algo muy similar al matrimonio”.
Los valores de la Presidenta
En relación a su diálogo de febrero pasado con el Santo Padre Benedicto XVI en torno al nuevo gobierno en Chile, el Cardenal Errázuriz relató que en esa ocasión le dijo al Papa que la entonces Presidenta electa, Michelle Bachelet, era contraria al aborto en su calidad de médico que ha tomado una opción por la vida, también contraria al aborto terapéutico por no considerarlo necesario en virtud de los avances científicos, y que ella estimaba que no debía considerarse matrimonio a una unión de dos personas del mismo sexo. “El Papa sonrió y dijo” ¡Grandes valores! Eso es todo lo que ocurrió. Yo creo que la posición de la Presidenta no ha cambiado y esos son grandes valores”, expresó el Cardenal Errázuriz.
Requerido acerca de la importancia que los chilenos atribuyen a la religión, el Arzobispo precisó que en América Latina la inmensa mayoría de las personas es creyente, admite la influencia de la fe en sus vidas y aprecia mucho su relación con el Señor. “Es un continente fuertemente religioso, gracias a Dios”, concluyó el Cardenal Errázuriz, quien además es Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano.