Cuatro cuadras de una colorida y bulliciosa columna humana se desplazó el sábado 30 de septiembre por el centro de Concepción bajo el lema “Familia: Fuente de Vida y Amor”, manifestación en la que participaron preferentemente grupos religiosos y colegios católicos, y con la cual se dio comienzo a la Semana de la Familia. Los manifestantes se congregaron desde el Colegio salesiano y marcharon hasta la Catedral de la ciudad, trayecto en el cual se dio un signo a la comunidad penquista en defensa de la dignidad de la institución familiar, y además, se protestó en contra de la medida del gobierno de distribuir sin restricción la “píldora del día después” a las adolescentes mayores de 14 años.
Carabineros estimó en cerca de 2 mil a los participantes que enfilaron hacia en templo catedral por calle Barros Arana desde la obra salesiana, encabezados precisamente por la banda de guerra instrumental del establecimiento. A su paso, con bombos y platillos, volcó a las ventanas a los vecinos de departamentos del sector. “Sí a la vida y no al aborto”, fue el cántico más escuchado.
Se quiso graficar la defensa a la vida con la presencia de una gran cantidad de niños, la mayoría alumnos de colegios de iglesias católicas, que con multicolores globos en las manos repetían al unísono el coro de los adultos. En la marcha hubo de todo: familias completas, grupos de parroquias, delegaciones estudiantiles, seminaristas, laicos, parlamentarios y grupos de derechos ciudadanos, entre otros.
Más de 60 banderas al viento del Movimiento Juvenil Salesiano y una camioneta con la imagen de la Sagrada Familia, dieron más vida a la columna que ingresó con fuerza al paseo peatonal, cruzó la plaza y se desplegó en el atrio de la Catedral. Allí, un escenario esperaba a los manifestantes que entonaron desde el Himno Nacional, interpretado por el tenor Alexis Sánchez, hasta la canción símbolo de la jornada: “Que cante la vida”, de Alberto Plaza.
El trayecto fue acompañado con batucadas, música folclórica y hasta un trompetista que interpretó el Ave María. Hubo discursos, como el del médico Cristián Vargas Manríquez, miembro de la Unidad de Bioética de la U. Católica de la Santísima Concepción, quien señaló que en Inglaterra, tras aprobarse la distribución de la píldora, entre 1992 y 2000, la tasa de embarazos no deseados no disminuyó, por lo que su entrega tuvo cero efecto y, por el contrario, sí aumentaron las enfermedades de transmisión sexual.
Las palabras de cierre de la manifestación estuvieron a cargo del Director de la Obra Salesiana Penquista, Padre Miguel Rojas Andrade sdb, quién reafirmó el valor fundamental de la familia a la luz del Evangelio, situando a la Sagrada Familia como ejemplo a imitar.