Con un espectáculo pleno de bailes, música y color, y a la voz de “Pascual, amigo, Chile está contigo”, el Movimiento Juvenil Salesiano chileno recibió en la tarde del martes 26, al Rector Mayor Padre Pascual Chávez.
Grandes lienzos blancos, azules y rojos, cayeron desde las graderías del gimnasio de Salesianos Alameda, mientras una gran marioneta representando a Don Bosco se paseaba entre los bailes de los jóvenes al son de la canción Don Bosco amigo.
Más de mil chicos y chicas, llegados desde Copiapó por el Norte a Valdivia por el Sur, y acompañados de sus asesores religiosos y laicos; y los Directores de las obras salesianas, repletaron de aplausos el ambiente.
Luego, el Delegado Inspectorial de Pastoral Juvenil, P. Hugo Strahsburger dio la bienvenida al Rector Mayor. El Padre Hugo recordó que el comienzo del MJS se remonta a 1973, cuando en Chile se vivía una época de cambios políticos y sociales. En 1974 salió a la luz pública, en un tipo de Oratorio que se llamó “Colonias de Villa Feliz” y que al estilo del Buen Pastor salió a la calle a buscar a los jóvenes más necesitados.
El P. Strahsburger hizo un recuerdo del Padre Egidio Viganó, impulsor del MJS, al tiempo que señaló al Rector Mayor: “Padre Pascual, estos chiquillos y chiquillas son los que nos evangelizan, son una fuerza evangelizadora, son unos apasionados de Don Bosco”.
La fiesta continuó llena de canto, bailes y coloridas banderas. En este momento, los jóvenes ofrecieron al Padre Pascual, una por una las experiencias asociativas que conforman el MJS, representados en cubos que se fueron disponiendo hasta formar una cruz: Comunidades Misioneras Salesianas (CMS); Infancia Misionera (IM); Movimiento de Acólitos Salesianos (MAS); Movimientos en el Espíritu (MES); Clubes Domingo Savio (CDS), Scouts Salesianos y Comunidades Apostólicas Salesianas (CAS).
El Mensaje del Padre Pascual tornó el gimnasio pleno de silencio y atención, todos querían oír lo que el representante de Don Bosco hoy, tenía que decir. Y se refirió, según sus propias palabras, al líder más importante del siglo XX, un joven que creció y formó su fe en la Parroquia de María Auxiliadora de Cracovia, el Papa Juan Pablo Segundo. El Rector Mayor recordó que el Santo Padre dijo a los jóvenes que estaban llamados a ser los santos del Tercer Milenio, a no contentarse con ser consumidores de productos, sino a encontrar la belleza de la vida… “ustedes son centinelas de una nueva vida, son centinelas de la mañana”, fueron las palabras de Juan Pablo Segundo que el Rector Mayor entregó a los jóvenes.
“Hay una imagen negativa de la juventud hoy en día, con la que yo no estoy de acuerdo, señaló. Se dice que son escépticos y que no creen en nada, que no están dispuestos a asumir un serio compromiso, que viven en la nostalgia de ideales y que viven de una religión difusa”. Luego agregó: “Tienen que superar esa etiqueta. Los jóvenes creen cuando encuentran personas creíbles, es por eso que cuando Juan Pablo Segundo los llamaba, la juventud acudía”.
También hizo referencia a la falta de compromiso señalando que las figuras de santidad juvenil como Domingo Savio, Laurita Vicuña y cuatro alumnos de Polonia que murieron decapitados en 1946, no fueron santos porque murieron jóvenes, sino porque hicieron una opción de vida. El Padre Pascual les dijo a los jóvenes que son la sal de la tierra y la luz del mundo entre tanta confusión, y les invitó a que siguieran la estrella, como los Reyes Magos, hacia lo noble, lo verdadero, hacia Dios.
“Busquen lo que les de sentido a su existencia, dijo el Padre Pascual, busquen esa estrella que le da significado y trascendencia a sus vidas, y si se les pierde acudan a un salesiano que les ayude a buscarla. Les he hablado a nombre de Don Bosco y de Juan Pablo Segundo que se hizo joven en la Parroquia de María Auxiliadora y que es lo que Don Bosco y yo querríamos para ustedes”.
El encuentro culminó con las luces tenues y los jóvenes con velas encendidas desde un cirio pascual y el evangelio, renovaron, frente al Rector Mayor Pascual Chávez, su compromiso de ser sal de la tierra y luz de la oscuridad de muchos jóvenes del mundo.
Las últimas actividades del día correspondieron al encuentro del Rector Mayor con el Consejo Inspectorial, para luego participar de una cena con las Hijas de María Auxiliadora.