Jornada Escolar Completa V/S Calidad: ¿En qué está fallando?

La Jornada Escolar Completa (JEC) es una de las grandes obras educacionales de la última década. Ésta nació con la finalidad de mejorar la calidad de la enseñanza a través del aumento significativo de los tiempos pedagógicos. Su implementación ha requerido una importante inversión en infraestructura, aumentando considerablemente el gasto en educación.

A continuación el artículo del Investigador del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, Mauricio Bravo Rojas, quien aborda el tema entregando interesante datos.

Quienes idearon esta política educativa consideraron que el mayor número de horas destinadas al proceso educativo determinarían positivamente la calidad de la enseñanza. No obstante, el tiempo se ha encargado de demostrar la invalidez de esta hipótesis para el caso chileno. A pesar de ello, la JEC ha cumplido con una importante labor social, ya que con la disminución del tiempo en que los alumnos más vulnerables están solos en su casa o en la calle, aumentaron las posibilidades para que sus madres trabajen, lo que contribuye a la superación de la pobreza. Sin embargo, al hablar de un mejoramiento de la calidad de la educación los resultados no son muy alentadores. Por una parte, países como Alemania y Estados Unidos tienen menos horas de clases y mejores resultados académicos que los alumnos chilenos. Esto nos señala que más horas académicas no siempre está directamente relacionado con mejores resultados.

Por otra parte, los resultados de la prueba SIMCE 2005 evidencian diferencias entre los establecimientos con y sin JEC. Por ejemplo, el promedio nacional de las escuelas sin JEC es 245 puntos, con JEC 239, diferencia estadísticamente significativa y que demuestra que las escuelas con más horas pedagógicas, en promedio, no logran mejores resultados académicos. Las diferencias se acentúan al comparar la prueba de matemáticas donde los alumnos que pasan más tiempo en el colegio obtienen 233 puntos, 14 menos que los alumnos de escuelas sin JEC. Si comparamos por establecimientos municipales, sólo en lenguaje las escuelas con JEC obtienen mejores resultados. En matemáticas los establecimientos sin JEC tienen 241 puntos, cifra superior a los 231 de su contraparte. En comprensión del medio no hay diferencias significativas. Más aún, al comparar escuelas municipales por nivel socioeconómico no se registran diferencias relevantes entre las escuelas con más y menos horas académicas. Esto nos indica que escuelas con menos vulnerabilidad escolar tampoco logran revertir sus bajos resultados en el SIMCE con más horas académicas.

Lo anterior nos lleva a concluir que la Jornada Escolar Completa no ha cumplido con su principal objetivo, toda vez que no logrado mejorar la calidad de la educación. ¿En qué está fallando? El reciente conflicto estudiantil confirmó que en muchos establecimientos, las nuevas horas pedagógicas eran ocupadas con recreos más largos o reforzamientos que terminaban por sobrecargar a los estudiantes, perjudicando sus aprendizajes. Además, muchos apoderados no pueden solventar económicamente el aumento de materiales requeridos y en algunos establecimientos quedan alumnos sin almuerzo. Sin duda, todo ello dificulta los procesos efectivos de aprendizaje. Junto con ello, es importante destacar que el sistema educacional no está generando los incentivos adecuados para que la JEC se implemente de forma efectiva. Por tanto, se deben considerar mecanismos adecuados para que los directores y docentes asuman esta tarea y se logre aumentar la calidad de la educación chilena.

Finalmente, el Consejo Asesor Presidencial de Educación debe considerar los errores de la JEC, buscar soluciones e indicadores de resultados que estén directamente relacionados con la doble jornada. Sólo así el país podrá conocer la efectividad de esta política y las autoridades podrán tomar decisiones acertadas sobre sus modificaciones.