“Aquí hay un tema en que las cosas no se ven tan claras y se están solucionando problemas más bien inmediatos y no una política a largo plazo”.
De esta manera opinó el obispo de Punta Arenas, Monseñor Bernardo Bastres, en relación al tema de la “píldora del día después”, el cual forma parte de la llamada “agenda valórica” del gobierno y que ha generado discrepancias al interior de la Concertación.
La propia Iglesia Católica ha señalado en esta materia que, en lugar de distribuir píldoras masivamente, hay que educar a las personas en una sexualidad responsable. Entre las actuales preocupaciones de la Conferencia Episcopal de Chile, Bastres señaló la Catequesis y también varias situaciones que vive el país, como el tema de la familia y sobre todo el diálogo en educación entre estudiantes y gobierno, en cuya comisión hay varios obispos.
En este último tiempo, agregó que les preocupa el tema de la dignidad de la muerte, en el sentido que “nos parece importante que ciertos valores prevalezcan siempre y, por lo tanto, ahí creo que debe haber un diálogo permanente con las autoridades para ver qué es lo que entendemos por dignidad del bien morir, y cuidarse entre todos para que realmente el valor de la vida sea respetado siempre, desde el inicio hasta el final”.
En relación a la “píldora del día después”, expresó que la posición de la iglesia católica es clara y él la comparte plenamente: “a mí me parece que lo único que hace la píldora es aumentar la irresponsabilidad entre los jóvenes. Es decir, no sólo les estamos dando permiso para que sean irresponsables en una fiesta sino que para que tengan “chipe libre” en todo, y después nosotros como adultos les vamos a entregar algo para que si hay algún problema se solucione. Si así estamos preparando a la juventud, ¡que Dios nos proteja el día de mañana como país!”.
El prelado agregó que hoy se fomenta la irresponsabilidad, en circunstancias que “a los muchachos y chiquillas hay que entregarles grandes ideales, hay que entregarles valores y que es posible construir un mundo como Dios quiere. Y no empezar a entregar soluciones fáciles que a la larga se van a convertir en contra el país, porque estos jóvenes después, ¿qué responsabilidad van a tener el día de mañana por formar familias o para ser quienes nos van a gobernar?”.
Fuente: Comunicaciones Punta Arenas