El Carisma Salesiano y la realidad de la sociedad actual que se aleja cada vez más de Dios, fueron los grandes temas tocados por el Padre Inspector Natale Vitali Forte el miércoles 16 de agosto, en la Eucaristía con que la Familia Salesiana celebró el Día de la Fidelidad a San Juan Bosco. La celebración se realizó en el templo del Colegio El Patrocinio de San José de la Comuna de Providencia en Santiago y contó con la concelebración de los miembros del Consejo Inspectorial y salesianos de las comunidades de Santiago.
“Nos hemos reunido como Familia Salesiana para dar gracias a Dios, Padre bueno, porque nos ha regalado en Don Bosco un camino para nuestra santificación personal y servicio hacia los jóvenes”. De esta forma el Padre inspector inició la homilía para explicar el sentido de esta gran fiesta que cada año se celebra en el Natalicio del Padre y Maestro de la juventud. Se refirió a la trascendencia de su figura como plan de Dios para la humanidad. “Nosotros los salesianos venimos de Cristo y somos suyos. Pero Cristo ha querido que a la vez vengamos de Don Bosco, cuya vida nos ha marcado hasta muy dentro para servir a los jóvenes y adultos de sectores populares y así ayudarlos para que sean Buenos cristianos y honestos ciudadanos”, indicó.
Así también, exhortó a los fieles a cuestionarse si efectivamente existe conocimiento sobre San Juan Bosco o sólo se sabe de él algunas anécdotas. Al respecto indicó que para “ser genuinamente salesiano o salesiana no es indispensable ni basta haber estudiado en uno de nuestros colegios o participar en alguna obra salesiana”. Asimismo, se refirió a algunos rasgos de su personalidad, recordando que “nunca se dejó abatir por el cansancio, nunca hablando mal de nadie, nunca traicionando a su Señor”.
También tuvo palabras para referirse a la realidad de la sociedad actual, que cada vez se aleja más de Dios. “Hoy en cambio, parece que hemos dejado a Dios fuera de nuestras vidas e instituciones, hemos construido una sociedad sin Dios. Una sociedad que, a pesar de tener ojos, no ve los resplandores de su presencia en el universo y en lo hondo del corazón humano…”. Respecto del mismo tema se refirió a lo que es imperativo hoy, el gozo del momento presente, el carpe diem. “Hay fascinación por lo nuevo, lo entretenido, lo que es noticia; pero muy poca sensibilidad a lo permanente y que construye futuro, a proyectarse en cosas de largo aliento”, indicó.
Concluyó sus palabras señalando que “celebrar el día de la fidelidad es celebrar la fidelidad de Don Bosco al proyecto de Dios. Es celebrar la vida de este gran santo que nos ha enseñado a buscar nuestra santidad personal en la primacía de Dios sirviendo a los jóvenes más pobres. Es ir celebrando nuestra propia fidelidad a los planes de Dios para nosotros”.
Signos de la celebración
Como cada año, la celebración se enfocó en un aspecto del carisma y de la santidad del Fundador. Esta vez se realizó un pequeño recorrido al inicio de la Eucaristía de la demanda estudiantil secundaria desarrollada en mayo-junio de este año, la denominada revolución de los pingüinos, para lo cual se presenció un presentación en data show. Antes de comenzar un equipo de animación motivó a los participantes creando ambiente fraterno y festivo con la realización de gestos, en los cuales se gritó el nombre del Maestro de la Juventud y la Familia Salesiana.
Unos de los momentos significativos fue en la presentación de ofrendas, cuando fueron puestas ante el altar las obras salesianas de la Inspectoría de Chile, desde el programa Emprende mamá que acompaña a más de cien jóvenes embarazadas y madres, pasando por los 20 centros de educación prebásica que atiende a unos 1200 niños, las 36 escuelas y secciones de enseñanza básica, los 37 centros de enseñanza media, científico-humanistas y técnico-agrícolas que acompañan a unos 17.500, los siete Centros de Formación Técnica con más de mil alumnos, la Universidad Católica Silva Henríquez con más de 5 mil estudiantes, los centros juveniles, oratorios y centros abiertos, las bibliotecas, los hogares de la Fundación Laura Vicuña y las comunidades de acogida y terapia del programa Don Bosco, los innumerables cursos de capacitación y formación que llevan adelante los diversos grupos y miembros de la Familia Salesiana, el variado trabajo editorial, en particular de la Editorial Don Bosco con sus miles de textos para la educación de los niños y jóvenes, y las 19 parroquias y santuarios salesianos.
Renovación del compromiso con la misión educativa
Al término de la celebración, el Padre Inspector invitó a todos los grupos de la Familia Salesiana en Chile a reconocer y renovar su compromiso con la misión educativa. De esta forma renovaron los Salesianos de Don Bosco, las Hijas de María Auxiliadora, los Salesianos Cooperadores, la Asociación de María Auxiliadora, los Antiguos alumnos y alumnas, las Voluntarias de Don Bosco y las Damas Salesianas. Finalmente y junto a los amigos de Don Bosco, fue proclamado al unísono los grandes principios educativos del Padre Fundador que configuran el credo educativo salesiano.
Para finalizar, los responsables de cada uno de los grupos de la Familia Salesiana firmaron el compromiso educativo proclamado en la celebración. El cierre de la actividad se realizó en el gimnasio del Colegio donde se cantó el cumpleaños feliz a San Juan Bosco, al mismo tiempo que se realizó a una celebración familiar.