No hay nada que temer de una película que sólo es una ficción y una aventura personal o comercial, afirma en Cannes la Asociación Católica Mundial para la Comunicación (SIGNIS).
La siguiente nota ha sido firmada en Cannes por la Asociación Católica Mundial para la Comunicación (SIGNIS):
Mucha preocupación por muy poco… Muchos cristianos de diferentes extracciones y sensibilidades estaban ansiosos por el estreno de la película el Código Da Vinci, dirigida por Ron Howard sobre la novela de Dan Brown. Sin embargo, lejos de ser una obra cinematográfica de interés, la película está destinada al simple entretenimiento. Mientras que las escenas iniciales presentan un interesante juego de pistas, en la segunda parte del filme los excesivos diálogos y los permanentes giros de la trama decepcionarán a muchos espectadores.
No hay nada que temer de una película que sólo es una ficción y una aventura personal o comercial. Mientras que la novela intentaba persuadir a sus lectores sobre la veracidad de una dudosa hipótesis y de algunas teorías rebuscadas, el filme desea más bien complacer a todo el mundo y no incomodar demasiado a nadie. Los guionistas se han ocupado de morigerar con interminables diálogos las afirmaciones más polémicas de la novela sobre la Iglesia, la divinidad de Jesús, el rol de María Magdalena e incluso el Opus Dei.
La polémica mediática que acompañó la publicación de la novela y el estreno de esta película ha evidenciado el enorme impacto que las campañas de promoción tienen sobre el gran público. Esperamos que la Iglesia pueda aprovechar este fenómeno para explicar los fundamentos teológicos de la fe y la esperanza de los cristianos.
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