Finalmente llegó el esperado día. Luego de poco menos de cuatro horas de vuelo, el electo Obispo de Punta Arenas, Padre Bernardo Bastres, tocó suelo magallánico en calidad de nuevo Pastor Diocesano.
Una gran comitiva le acompaña durante estos días en que se integrará a la diócesis, la que se encuentra conformada principalmente por hermanos sacerdotes, coadjutores y formandos salesianos de obras de todo Chile, además de familiares y personas cercanas.
La casi media hora de retraso del vuelo aumentó aún más la expectación de la decena de fieles que esperaban al nuevo pastor, entre los que se contaban representantes de las comunidades cristinas parroquiales y educativas, autoridades civiles, militares y de orden. Destacó la presencia del Cónsul Croata Rudi Mijac Kusanovic, además de la presencia de algunos Obispos, tales como Mons. Héctor Vargas (Arica), Mons. Ricardo Ezzati (Obispo Auxiliar de Santiago), Mons. Tomislav Koljatic (Linares), Mons. Horacio Valenzuela (Talca) y el Padre Obispo Administrador, Mons. Tomás González. Se encontraban también una comitiva de salesianos encabezados por el Vicario Inspectorial, Padre Hugo Strahsburger y demás miembros del Consejo Inspectorial.
Momento a momento
El Vicario General de la Diócesis, Padre Freddy Subiabre, ingresó al avión inmediatamente efectuado el aterrizaje y estrechó un abrazo al nuevo pastor, con el que brindó la primera muestra de cariño. Luego, el presbítero condujo al nuevo prelado hasta el lugar donde esperaba la comitiva de recepción en el aeropuerto. El segundo gran encuentro fue en ese mismo lugar con Mons. Gonzáles, con quien también intercambió un afectuoso abrazo y de quien recibió las palabras de recibimiento.
Luego, entregó su mensaje el Padre Obispo Bastres, en el cual recordó las palabras que pronunció Juan Pablo II en su visita a la ciudad el 4 de abril de 1987, oportunidad donde el fallecido pontífice resaltó la herencia dejada en esta tierra por los hijos de San Juan Bosco.
El Obispo Bastres se refirió también con enorme gratitud de Mons. González, de quien resaltó la gran labor realizada durante 32 años a la cabeza de la iglesia magallánica, en diversos aspectos, por ejemplo, en momentos tan complicados como el conflicto con la hermana nación de Argentina, donde su colaboración en la mediación papal fue clave.
Finalizó su mensaje con un saludo a la Colonia Chilota, entregado en la persona de Angélica López, presidenta de los Hijos de Chiloé, y de quien recibió la bandera y escudo regional a nombre de la ciudad, y un saludo también a la colonia Croata, en la persona del Cónsul, de quien recibió el escudo de la región.