Por Cristo hemos resucitado y hemos sido convocados a la resurrección. Por Cristo estamos llamados a ser sencillos y humildes. Por Cristo queremos compartir con los pobres y con los que sufren lo que somos y lo que tenemos. Por Cristo queremos ser apasionados defensores de la verdad y de la justicia. Así expresa en su Mensaje de Pascua el Obispo de Rancagua, Mons. Alejandro Goic.
El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, expresa en su Mensaje que el Señor “nos propone desvivirnos por los hermanos y los necesitados con un corazón compasivo y generoso, sin indiferencias ni enemistades, rechazando el soborno, la infidelidad y la traición, lejos de toda esclavitud, de toda opresión y de toda adicción, practicando la justicia y la fraternidad, y construyendo la paz”.
“El cuidado amoroso y respeto por toda vida desde el momento de la fecundación hasta su fin natural es otro de los elementos fundamentales de la “opción por la vida” que nace de la Resurrección de Jesús”, manifiesta en su Mensaje el Obispo de Valparaíso, Mons. Gonzalo Duarte.
Por su parte, el Obispo Prelado de Calama, Mons. Guillermo Vera, invita en su Mensaje a vivir con la certeza de que el Señor vive y vive junto a nosotros compartiendo nuestra existencia y animándonos a no decaer ante las contrariedades sino con la esperanza que el Bien vence siempre.
Mons. Enrique Troncoso, Obispo de Melipilla, sostiene en su Mensaje de Pascua que sólo creciendo en la vida de Jesús en nosotros, para dar buenos frutos y vivir con alegría, podremos transformar el mundo.
En Talca, el Obispo diocesano, Mons. Horacio Valenzuela destaca en su Mensaje que El Señor vive también y nos tiende la mano en el rostro viviente y doloroso de cada persona con sus penas y alegrías, con sus frustraciones y angustias y su esperanza en un futuro mejor.