La participación de la Familia Salesiana en los XX Juegos Olímpicos de Invierno en Turín sigue siendo de relevancia. Lo fue ya cuando el SDB Adriano Bregolín transportó la llama olímpica desde la calle Cottolengo hasta la plaza María Auxiliadora el día la Inauguración de los juegos.
Ahora la iniciativa se orienta al encuentro con Jesús. Los deportistas y todos los participantes de este evento podrán participar de la Adoración a Jesús Sacramentado, actividad que se realizará diariamente en tres templos del centro de Turín y en cuya organización participan los Salesianos junto a los principales movimientos y asociaciones presentes en la Diócesis.
Fabiano Gheller, SDB de 26 años y miembro del comité de organización denominado “De corazón a corazón”, señala que la génesis de esta iniciativa fue hace tres años. “En el corazón del centro histórico de Turín, el viernes por la noche, en los meses en los que es posible dejar abiertas las puertas de una iglesia, una de ellas queda abierta para la adoración eucarística. Quien pasa por allí, puede encontrarse con Jesús, realmente presente. Es la zona de los bares y pubs nocturnos: un cruce de caminos, de encuentros entre amigos, de jóvenes de diferentes nacionalidades. Las noches de diversión pueden convertirse en una ocasión para encontrar a Dios. Las Olimpiadas de invierno son una oportunidad para que esto pueda tener lugar todos los días”.
Relata que el nombre “De Corazón a Corazón” nace como una expresión que tiene antiguas raíces, tanto en san Francisco de Sales como en el cardenal John H. Newman. Hace referencia a dos profundidades que se encuentran: el corazón de Dios habla al corazón del hombre. Es el idioma de la oración silenciosa, de la adoración, expresado en un pequeño mensaje escrito y colocado ante el santísimo Sacramento, interpelado por la Palabra de Dios. Es una oración que continua con la luz de las velas encendidas y que es recogida por quien toma el relevo en la iglesia, ante Jesús Eucaristía.