Iquique, 02 noviembre 2005.
Más de dos mil quinientos jóvenes, entre ellos alumnos del Colegio Don Bosco, caminaron la madrugada del sábado 29, desde la ex salitrera Mapocho hasta la comuna de Huara, bajo el inclemente sol del desierto inspirados por el mensaje de San Alberto Hurtado, a una semana de la canonización del jesuita chileno.
Además, muy de madrugada un grupo de Apoderados del nuestro Colegio, integrantes de los movimientos en el Espíritu EPE y EME realizaron una vigilia desde las 00:00 del viernes 28, trabajando talleres sobre la vida de nuevo santo chileno, para luego incorporarse a los jóvenes peregrinos a las 05:30 horas en la capilla de nuestro Colegio en una oración de envío para comenzar la peregrinación.
El Padre Hurtado estuvo en la localidad de Huara aproximadamente a 60 km. de Iquique, en el verano de 1951, con el objeto de dirigir un retiro a sacerdotes oblatos y al clero de la diócesis, donde visitó además la ex oficina salitrera Mapocho, trabajando en ella de incógnito, acercándose a la gente pampina y dejándoles de enseñanza la importancia de luchar con bases, por los derechos y deberes de los trabajadores, por la clase obrera.
El frío de la pampa dio la bienvenida a los peregrinos a eso de las ocho de la mañana en la ex oficina salitrera Mapocho, lugar desde el cual iniciaron el peregrinaje que culminó en la comuna de Huara. La imagen de San Alberto Hurtado cargada en hombros de voluntarios encabezaba la caminata que ingresó al Liceo de Huara, donde los peregrinos tuvieron un breve descanso antes del inicio de la Eucaristía.
Durante la Misa, el administrador diocesano Marcos Órdenes destacó la necesidad de conocer en carne propia experiencias tales como el cansancio, hecho que habría motivado al segundo santo chileno a participar, junto con los obreros en las duras faenas en las ex salitreras, invitándonos a comprometernos con el seguimiento a Cristo el Señor.