Santiago, 18 octubre 2005.
Trece personas de la parroquia ”Jesús, El Señor” viajan este mediodía a Europa para participar de la Canonización del Padre Alberto Hurtado. Anoche, en una emotiva Eucaristía, la comunidad parroquial los despidió.
De la comunidad ”Santa Irene” viajan Margarita Silva Cofré, Claudio Rosas Guzmán, Hugo Bórquez Godoy; de la comunidad ”San Francisco de Sales”, Mabel Castillo Travol; de la comunidad ”San Víctor”, Ximena Venegas Villarroel; de la comunidad ”Cristo Resucitado”, Michel Flores Soto; de la capilla ”Laura Vicuña”, Igor Muñoz Díaz; de la comunidad ”Jesús de Nazaret”, Víctor Contreras Medina; de la comunidad Sede Parroquial, Claudio Meléndez Bravo; de la coordinación, Oriana Torres Córdova; y de la comunidad dominica, Carol Santibáñez Reyes. Acompañan la delegación la religiosa dominica Carolina Pérez Morales y el sacerdote salesiano Rodrigo Carranza Durán.
La delegación parte este martes a las 13:00 hrs. desde Santiago a España en un vuelo de Iberia. De allí se dirigirán en tren a Italia, donde además de participar en Roma de la Canonización del Padre Hurtado, visitarán Turín, donde recorrerán los lugares de Don Bosco. De allí regresarán a España y de allí a Chile.
El lunes a las 20:00 hrs. en la Sede de la Parroquia ”Jesús, El Señor”, la comunidad cristiana despidió a la delegación con una emotiva Eucaristía donde fueron especialmente bendecidos.
Durante la homilía, el párroco, padre Carlos Ampuero Álvarez, tuvo una palabra de envío para cada uno de los integrantes de la delegación, pero especialmente les pidió a todos que ”lleven en el corazón” a toda la comunidad parroquial. ” Nuestra parroquia representada por estos hermanos y hermanas nuestros, estará presente en la Ciudad Eterna, y participará de la alegría y del regalo de tener un nuevo santo”, agregó. Agradeció el esfuerzo que hicieron todas las comunidades por llevar adelante esta iniciativa.
También participó en la despedida José Fabián Lara Pardo, el “chepa”, un joven rehabilitado del Programa Don Bosco y que ahora se forma para ayudar a otros jóvenes, y que participará también en Roma de la Canonización del Padre Hurtado. Tuvo emotivas palabras a la comunidad, pues recordó que la gente que lo ayudó salió de esa parroquia. “Hoy te pido que te acuerdes de tu gente, sí, de esos que la gente llama drogadictos o alcohólicos o que los margina, reza por ellos y por nosotros, para que tomemos en serio a nuestros hermanos”, le dijo el padre Ampuero en su homilía.
”Para la parroquia ha sido un momento de mucha gracia y mucha experiencia de Dios, pues son cosas que no se esperaban y salieron”, dijo Ampuero, luego de la celebración.
A Igor Muñoz, de la comunidad Laura Vicuña, la noticia de que iba a ir a Roma representando a su comunidad lo asombró. ”El padre hurtado me marcó con su obra del Hogar de Cristo. Su constante trabajo y alegría. Su lema ‘Contento Señor contento’ me llegó fuerte al corazón y yo siempre lo he llevado dentro del alma”, agregó.
Para Michel Flores, de la Capilla Cristo Resucitado ir a la Canonización es ”como recargar pilas para entregarlas”. Del Padre Hurtado destaca su ”alegría, la solidaridad, la entrega a la gente, la generosidad y la capacidad que tuvo para arriesgarse”. ”Como meta me puse tratar de entregarme todo por entero para que lo que viva allá lo pueda entregar luego aquí en la capilla”, explicó.
La idea del viaje partió cuando Hugo Bórquez —de la comunidad Santa Irne— propuso ir al Encuentro Mundial de Jóvenes, pero conversándolo con los sacerdotes, vieron que el tiempo que faltaba era poco (las conversaciones fueron en abril) así que se pusieron ir a la Canonización del Padre Hurtado. ”La idea era que la comunidad financiara el 70% del pasaje y el otro 30% lo pagara cada joven. La intención mía era motivar a la gente para que fuera un joven por comunidad, para lo que se debían hacer actividades y beneficios”, detalla Bórquez. Cada viaje cuesta cerca de un millón de pesos, entre pasajes y los gastos que deberán realizar en Europa.
”Quiero ir y dar gracias a Dios y a la Virgen en estos lugares tan representativos de nuestra fe Católica. Quiero ir a pedir que mantengamos nuestra fe y que sigamos creciendo como personas y como católicos, y para mantener este cariño por los jóvenes, que se hace concreto en esta iniciativa de nuestra parroquia”, señala Hugo Bórquez.
Alfredo Contreras, de la Capilla Jesús de Nazaret, resumió el viaje ”en una palabra:un regalo; un regalo que me hace Dios. Una oportunidad de crecer en la Fe y agradecer el cariño de la gente, manifestado en la ayuda, aliento y su compañía”.
”Quiero aprender mucho, pues tengo mucho trabajo para cuando vuelva. Quiero ir y volver más grande, para poder seguir haciendo catequesis y transmitir a toda mi comunidad lo que vivimos allá”, dijo Ximena Venegas, de la comunidad San Víctor.
Fotografías: Juan José Ponce C.