Ciudad del Vaticano, 13 octubre 2005.
“En los últimos años es cada vez más claro que los obispos ordenados sin aprobación del Romano Pontífice no son aceptados ni por el clero ni por los fieles”, expresó el obispo de Hong Kong (China), el salesiano Mons. Joseph Zen Ze-Kiun, durante la 16a Congregación General de la 11a Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos.
Mons Zen expresó que “la Iglesia en China, aparentemente dividida en dos, una oficial reconocida por el gobierno y una clandestina que rechaza ser independiente de Roma, es en realidad una sola Iglesia, porque todos quieren estar unidos al Papa. Tras muchos años de separación forzosa, la mayoría de los obispos de la Iglesia oficial ha sido legitimada por la magnanimidad del Santo Padre”.
Continúa el Obispo de Hong Kong que “en los últimos años especialmente, es cada vez más claro que los obispos ordenados sin aprobación del Romano Pontífice no son aceptados ni por el clero ni por los fieles. Se espera que ante este ‘sensus Ecclesiae’, el gobierno vea la conveniencia de normalizar la situación, a pesar de que los elementos ‘conservadores’ internos a la Iglesia oficial oponen resistencia por obvios motivos de interés. La invitación del Santo Padre a los cuatro obispos para que vinieran al Sínodo era una buena oportunidad, pero parece que se ha desperdiciado”, expresó a los padres sinodales.
“La Eucaristía bien celebrada seguramente acelerará la llegada de la verdadera libertad religiosa para el pueblo chino”, agregó finalmente el salesiano.
Fuente: VIS