Colonia (Alemania), 21 agosto 2005.
Pablo Andrés Vera Calderón, alumno del Liceo San José de Punta Arenas y miembro de las Comunidades Apostólicas Salesianas fue una de las personas que recibió parte del símbolo del Encuentro Mundial de Jóvenes, durante la multitudinaria Misa de Calusura que esta mañana presidió el Papa Benedicto XVI.
Con una multitudinaria Misa en la explanada de Marienfeld, a 27 kilómetros de Colonia, se cerró la XX Jornada Mundial de la Juventud. En la ocasión, el Papa resaltó la importancia de la Eucaristía para la vida de la Iglesia diciendo, ¨la transformación sustancial que se realizó en el cenáculo estaba destinada a suscitar un proceso de transformaciones cuyo último fin es la transformación del mundo hasta que Dios sea todo en todos¨.
Su Santidad se dirigió a la audiencia que había pasado la noche en Marienfeld, los cientos de peregrinos, a pesar del frío y el viento lo recibieron con mucho tanto entusiasmo como lo hacen con el mejor de los músicos de rock. Agolpados cerca de las barreras humanas, levantaban sus manos para tomarle fotos de cerca y saludarlo.
Asimismo, el Papa recomendó a los jóvenes presentes y a todos los millones de personas que siguieron la transmisión por televisión, a vivir su fe en comunidad y ponerse al servicio de los demás. Existen hoy formas de voluntariado, modelos de servicio mutuo, de los cuales justamente nuestra sociedad tiene necesidad urgente. No debemos, por ejemplo, abandonar a los ancianos en su soledad, no debemos pasar de largo ante los que sufren¨. Finalmente, instó a los jóvenes a entusiasmarse por grandes ideales, ¨viviendo y actuando así nos daremos cuenta bien pronto que es mucho más bello ser útiles y estar a disposición de los demás que preocuparse por las comodidades que se nos ofrecen¨.
Los más de 2000 chilenos que vivieron día a día la XX Jornada Mundial de la Juventud se mostraron felices de acompañar al Papa Benedicto XVI, tal como lo hicieron con Juan Pablo II, cuya presencia se sintió en este encuentro.
La Eucaristía fue presidida por el Papa Benedicto XVI en su primer viaje fuera de Italia, que coincide con su primer encuentro con los jóvenes del mundo. Concelebraron cardenales, 800 obispos y 10 mil sacerdotes. El dinero reunido en la colecta irá a apoyar a los jóvenes católicos en Tierra Santa y en las poblaciones del sudeste asiático, victimas del tsunami.
Una especial participación en esta magna eucaristía tuvieron Claudia Gómez y Pablo Vera de Punta Arenas. Claudia Gómez portó el cirio y Pablo Vera recibió parte del símbolo de la XX Jornada Mundial que se repartió a jóvenes de los cinco continentes. A ellos se sumó Nicolás Valdivieso, estudiante de derecho en Alemania, que hizo la voz para los cientos de miles de hispanoparlantes asistentes.
A modo de término de una etapa y de comienzo de otra, el Papa Benedicto XVI anunció que la próxima Jornada Mundial de la Juventud se realizará el año 2008 en Sydney, Australia.
Fuente: Comunicaciones Colonia 2005 Chile.