Santiago, 17 agosto 2005.
El provincial salesiano, padre Bernardo Bastres invitó a preparar el bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco que se celebrará el año 2015, durante la tradicional Eucaristía del Día de la Fidelidad, donde la Familia Salesiana celebra el natalicio del Padre y Maestro de la Juventud.
La Eucaristía se realizó en el Colegio Patrocinio de San José a la 19:30 hrs. A pesar de la constante lluvia que se dejó caer todo el día sobre Santiago, los representantes de la Familia Salesiana y jóvenes de las obras se hicieron presentes para celebrar el cumpleaños de Don Bosco.
En la Misa estuvo también presente el provincial salesiano de Paraguay, padre Miguel Ángel Cardozo, quien concluye hoy una visita a los hermanos que paraguayos del Estudiantado Teológico. La homilía del padre Bastres estuvo centrada en la Eucaristía, a partir de la invitación hecha por el recordado Juan Pablo II, que “quiso que la imagen de los discípulos de Emaús, sean para toda la Iglesia el gran icono del Misterio de la Eucaristía”.
“La experiencia, que Don Bosco va transmitiendo a sus muchachos sobre el Sacramento de la Eucaristía, es aquella que él mismo ha vivido juntos a su madre: la experiencia profunda de fe, de sentir que su corazón va “ardiendo” cuando ella le explica las Escrituras y junto a Margarita reconoce presente al Señor Resucitado en la fracción del Pan, al igual que los discípulos de Emaús”, prosigue el padre Bastres en su homilía.
El Padre Inspector señaló que la insistencia de este año debe motivar el compomiso de vivir la Eucaristía en nuestras Comunidades Educativo Pastorales. “La Eucaristía nos recuerda, por ejemplo, que una comunidad cristiana no podrá nunca organizar la propia experiencia de fe sólo según los modelos de una empresa. Y esto en múltiples niveles, que van desde el plano: de las motivaciones, del obrar al estilo de las relaciones humanas; desde los criterios de las decisiones, al tipo de autoridad, para finalmente confrontar la gestión económica. El Reino tiene una dinámica propia y una lógica inconfundible”, expresó el padre Bastres.
Además –continúa el Provincial– nos motiva a una revisión de nuestros itinerarios educativo pastorales y la importancia de una auténtica educación para la celebración Eucarística.
La Eucaristía terminó con el compromiso de los diferentes grupos de la Familia Salesiana, coronado por la bendición Euciarística.