Santiago, 11 agosto 2005.
Los Obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile pidieron a los candidatos y candidatas a la Presidencia y Parlamento, que den a conocer en forma acabada, oportuna y transparente sus programas, así como los valores y criterios en que ellos se sustentan.
La declaración hace referencia al “Alma de Chile”, señalada por el cardenal Raúl Silva Henríquez, y que se refiere a los valores y tradiciones de la patria, que deben se considerados a la hora de planificar la vida pública y al hacer propuestas de gobierno.
En la declaración, dada a conocer este jueves por el Presidente de la Conferencia Episcopal y Obispo de Rancagua, Mons. Alejandro Goic Karmelic, los pastores abogan porque las campañas se fundamenten en “propuestas concretas para promover una mayor equidad, que supere las escandalosas brechas sociales, económicas y culturales existentes en nuestro país y procuren fortalecer la familia como el principal espacio de humanización”.
También consideran necesario que se formulen políticas favorables a la vida, a la educación, a la salud, a los trabajadores y a las personas de la tercera edad. Los Obispos puntualizan que los candidatos deben presentar dichas políticas “de manera oportuna, transparente y clara, pues las promesas electorales constituyen un auténtico compromiso con el país, especialmente con aquellos cuyo presente y futuro depende, en gran medida, del fiel y eficaz cumplimiento de ellas”.
La declaración episcopal lleva por título “Responsabilidad y transparencia en el proceso electoral” y se propone ofrecer caminos que puedan ayudarnos a avanzar como país en nuestra vida democrática, particularmente en cuanto a la participación responsable y a la transparencia. “El voto es un modo privilegiado de ejercer esta responsabilidad, informada, reflexionada, y ejercida en conciencia, y quienes son cristianos esclarecerla a la luz del Evangelio de Jesucristo”, expresa el Comité Permanente.
Los Obispos esperan que el tiempo previo a las elecciones sea una oportunidad de discernimiento, para escoger con sabiduría a aquellas personas que mejor puedan trabajar en la búsqueda del bien común, fomentando el diálogo y el entendimiento. Finalmente, invitan a los medios de comunicación a abrir espacios para diálogos profundos y serenos, que permitan a los ciudadanos tomar decisiones informadas.