Estudio de la UCSH revela mala percepción de la calidad medioambiental de los sectores más pobres de Santiago

Santiago, 5 agosto 2005.
El 92,7% de la población pobre de Santiago considera que la calidad del medioambiente en esta ciudad es Regular, Mala o Muy mala. Si se consideran sólo los que señalan estos dos últimos rangos, suman 55,7%

Así lo indica la investigación “Percepción de la población pobre de Santiago sobre Medioambiente”, realizada por el Programa de Investigación de la Escuela de Administración y Economía de la Universidad Católica Silva Henríquez, a cargo del investigador Marcelo Yánez. El estudio se efectuó sobre una muestra de 316 personas, de las comunas de San Ramón, Huechuraba, La Granja, La Cisterna, Puente Alto y Quinta Normal , a través de una encuesta presencial, de más de 35 preguntas, con un nivel de confianza de 99,7% y error muestral estimado de 4,64%.

El trabajo de terreno fue efectuado en diciembre de 2004 y los resultados se presentan de manera comparativa con los obtenidos el año anterior en el mismo estudio.

92,7% de la población pobre de Santiago considera que la calidad del medioambiente en esta ciudad es Regular, Mala o Muy mala. Si se consideran sólo los que señalan estos dos últimos rangos, suman 55,7%

Un 70,5% cree que “Las personas con más recursos gozan de una mejor calidad del medioambiente que las personas pobres” (10,5 puntos porcentuales más que el año anterior) y sólo un 24,1% se muestra contraria a esta idea.

A partir de estos resultados, pareciera que una parte importante de la población pobre de Santiago tiene una firme convicción de que el poder económico tiene una influencia negativa sobre el medioambiente en el país. De hecho, un 74,0% se manifiesta conforme con la afirmación “Los intereses económicos están por sobre el cuidado del medioambiente” (antes 72,6%).

Un 46,4% de este grupo de la población considera que la calidad del medioambiente en Santiago en la actualidad, es “Peor que hace 10 años” o “Mucho peor que hace 10 años”, en tanto un 23,9% piensa que es “Mejor que hace 10 años” o “Mucho mejor que hace 10 años”.

En términos de respuestas espontáneas, un 40,9% de la población pobre cree que quien contamina en Santiago es “La locomoción colectiva”, un 30,6% afirma que es “Cada persona”, 26,2% señala a los “Automovilistas” y 18,3% a “Empresas y fábricas en general”, siendo éstos los más mencionados. Estos resultados también son coincidentes con los del año 2003.

Respecto de qué problema de contaminación sería el más grave, un 53,2% de la población pobre considera como más grave “Basurales en las calles”, 50,0% “Emergencias químicas” y 45,6% “Aire sucio”.

Al momento de indicar quiénes son los responsables de que las personas pobres puedan vivir en un medioambiente limpio, un 42,6% de los consultados indicó en forma espontánea “Cada persona”, un 32,3% apuntó al “Estado”, un 24,5% dijo “Municipalidades” y 7,1% de “Todos”, siendo éstas las respuestas más frecuentes.

Los mejor evaluado en su gestión en el tema medioambiental fueron “Bomberos” (promedio 5,8), “Organizaciones ecológicas” (5,1), “Conaf” (4,7), “Ministerio de Salud” y “Conama” (ambas con 4,6), junto a una serie de otras reparticiones públicas.

De manera similar al estudio del año 2003, los reprobados por su gestión en este tema son “Ministerio de Transporte” (3,3), “Empresas” (3,5), “Superintendencia de Electricidad y Combustibles” (3,7), “Ministerio de Obras Públicas” (3,7), “Senadores y Diputados” (3,8), “Intendencia de Santiago” (3,8) y “Vecinos del sector” (3,9).

Las personas pobres también tienen una visión crítica de la relación entre las empresas y la contaminación. De hecho, un 73,0% está en desacuerdo con que “Las empresas actúan responsablemente para evitar contaminar el medioambiente”, reflejando la misma tendencia del año previo.

A partir de estos resultados, pareciera que una parte importante de la población pobre de Santiago tiene una firme convicción de que el poder económico tiene una influencia negativa sobre el medioambiente en el país. De hecho, un 74,0% se manifiesta conforme con la afirmación “Los intereses económicos están por sobre el cuidado del medioambiente” .