Caracas (Venezuela), 3 agosto 2005.
“Queremos expresarle nuestra solidaridad y hermandad, ante los ataques contra su persona, que ha consternado no sólo a los miembros de la Iglesia, sino a todo el pueblo venezolano”, señala la carta abierta que la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana dirigió al cardenal salesiano, Mons. Rosalío Castillo Lara, tras los ataques e insultos que le profirió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En la carta, los obispos reconocen la trayectoria de Mons. Castillo Lara que lo llevó “a ocupar altísimas responsabilidades en la Iglesia Universal, como colaborador del Santo Padre en la Santa Sede, que llena de sano orgullo el gentilicio venezolano”, y su “ejemplo de fidelidad y entrega… dándonos un testimonio permanente de virtud, ciencia y competencia, buscando la gloria de Dios y el bien de la Iglesia”.
Luego de señalar que es “una hora difícil para el país y la Iglesia”, los obispos sostienen que “toda persona e institución tiene el derecho de opinar conforme a sus convicciones; derecho que debe ser mantenido y respetado en cualquier sociedad democrática”.
“Reciba, Usted, querido Cardenal, la seguridad de la oración, cercanía espiritual y afecto de este pueblo creyente y de todo el Episcopado venezolano que ve en su persona, un modelo y guía”, concluye la carta.
Fuente: Dpto. Comunicación Social CEV
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