Les Combes (Italia), 11 julio 2005.
El Papa Benedicto XVI comenzó sus período de descanso por dos semanas bajo los montes del Valle D’Aosta, en la casa que los salesianos construyeron para Juan Pablo II, en Les Combes, junto a una colonia salesiana existente en ese lugar.
El Santo Padre fue acogido por los habitantes, las autoridades del lugar y por el Rector Mayor de los Salesianos, el padre Pascual Chávez quien manifestó –previo al arrivo del Pontífice– que “la primera cosa que debo manifestar, es nuestra alegría por la decisión del Santo Padre de continuar la tradición iniciada por Juan Pablo II. Desde este punto vista, –continúa Don Chávez– nosotros nos sentimos muy, muy honrados de poder expresar también así, diría casi materialmente, aquello que para Don Bosco era una de las tres características de nuestra espiritualidad: este sentido de Iglesia que se manifiesta en el amor al Santo Padre y naturalmente que se traduce, sobre todo, en el afecto y en la obediencia a su Magisterio. Yo quiero, simplemente, augurarle que se reponga físicamente, porque imagino lo que significa para él llevar las grandes preocupaciones del mundo, no digo sobre las espaldas, pues lleva a la Iglesia en el corazón, y que pueda encontrar en nuestra casa de Les Combes, un ambiente de serenidad y de reposo, que le permita reponerse y renovarse espiritualmente para poder continuar este ministerio que el Señor le confió y que ha comenzado tan, tan bien”.