Iquique, 22 junio 2005.
“Un sacerdote de una rica personalidad, de una sencillez de niño, entusiasta, generoso, entregado sin reservas a su misión y al pueblo humilde”, señaló el padre Bernardo Bastres, provincial salesiano, en la homilía del funeral del padre Sabino Servidei, que concluyó cerca de las 15:00 hrs. en el cementerio de Iquique.
El templo Sagrado Corazón de Jesús, se repletó de fieles –señaló el diario local La Estrella– que quisieron despedir al padre Sabino, quien dedicó mucho de su trabajo a la propagación de esa devoción y al cuidado del ese templo. El mismo padre Sabino expresó hace algunos meses en una carta que se sentía “sumamente realizado y agradezco cordialmente al Señor que mis Inspectores me hayan dado esta gratísima obediencia que me permite agradecer al Divino Corazón por la vida que me ha dado con generosidad….¿ cómo agradecer estos favores? pueda trabajar hasta el último día de mi vida para seguir trabajando en propagar esta dulce devoción”, testimonió el padre Bastres durante la homilía.
El Provincial Salesiano destacó su historia familiar, persona y vocacional. Además lo describió como un gran devoto de la Virgen y de la figura del pesebre –tan característica en la vida del padre Sabino–. Destacó su cariño y preocupación por la devoción al Sagrado Corazón, tanto así que “como preparación al gran Jubileo del nuevo Milenio, le propuso al Santo Padre, que llevaría esta devoción a 2000 familias. 2000 para el 2000… después, de terminado el año Jubilar, siguió trabajando en la propagación de esta devoción y así ha logrado que más de 3500 familias, fueran visitada y bendecidas por el Señor, las cuales no solo han recibieron la imagen e intronización del Corazón de Jesús, sino que pudieron contar con la vista y el momento de oración preparado por el P. Servidei”, relató el padre Bastres.
“Un sacerdote de una rica personalidad,de una sencillez de niño, entusiasta, generoso, entregado sin reservas a su misión y al pueblo humilde. Donde estuvo, dejo a su paso la pasión por tratar de fomentar los valores cristianos y hacer crecer la fe popular del lugar donde desarrollaba su ministerio sacerdotal. Conquistaba con su entrega, su entusiasmo en el hablar, su predicación llena de sentimiento y afecto. Su cuidado y detalles para preparar cada fiesta y solemnidad”, expresó Bastres.
Como anécdota el Provincial recordó “cuánto tiempo dedicado a preparar a los niños para que cantarán con entusiasmo y fuerza. En los último años, a causa de su sordera, a los niños cantores, se les llamaba gritones”.
“Era un hombre que poseía un bondadoso corazón. Lo conocimos siempre alegre y con un gran espíritu de trabajo. Nunca lo vimos derrotado, desanimado o falto de esperanza a causa de su enfermedad. Nos ha dejado un hermoso testimonio de fe y confianza plena en Dios”, testimonio hacia el final de la homilía.
Las autoridades destacaron las cualidades humanas, la dedicación pastoral y la pérdida que significa la partida del padre Servidei. El concejal Flavio Rossi señaló al diario La Estrella que “el padre Sabino era muy sencillo, tenía una fuerza muy grande. Lo siento siempre muy, porque era un hombre que se daba con todos”.
El alcalde Jorge Soria expresó que el padre Sabimo “fue un hombre que lo entregó todo por la comunidad, por la gente de Iquique. Donde estuvo fue amor y fue entregado a la Iglesia y al Señor”.
El padre Bastres también fue requerido por el matutino local, expresando que el padre Sabino “dejó en todos nosotros una profunda huella de una pasión grande por la vida, por el Señor, por la Iglesia. El sentimiento que nos queda es tratar de imitarlo y poner el corazón en todo lo que hagamos”.
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Fotografías: Diario La Estrella de Iquique.
