Punta Arenas, 26 mayo 2005.
Motivos de salud, como la pérdida de visión en uno de sus ojos y la dificultad para caminar, serían las razones que llevaron a Mons. Tomás González a enviar a la Santa Sede la renuncia a su cargo de Obispo de Punta Arenas.
“A sus 70 años de edad, Mons. González padece una severa discapacidad visual, además de problemas de movilidad”, informó la oficina de prensa de la Conferencia Epsicopal.
El mismo obispo González reconoció a un diario local que “algunos problemas de salud me limitaba algo mi vida pastoral. Entonces pensé que era mejor que hubiera una sucesión al respecto”.
El obispo Tomás González sufrió en 1994 una embolia cerebral que lo tuvo al borde de la muerte y que le dejó como secuela física la dificultad para caminar.
El año pasado, Mons. Tomás González fue sometido a una intervención quirúrgica en uno de sus ojos, pero finalmente perdió la visión a través de ese órgano.
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