Santiago, 27 abril 2005.
”Educación religiosa escolar católica” pasará a llamarse la clase de religión, luego de la aprobación que los obispos dieron en la última Asamblea Plenaria a esta denominación, propuesta por el Equipo de Evangelización y Catequesis de la Congregación Salesiana que presentó los nuevos planes y programa desde los niveles prebásicos hasta el último año de secundaria.
El Edec trabaja desde octubre pasado en los nuevos planes y programas de la clase de religión, tras adjudicarse la licitación que hizo el área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile para ese instrumento curricular. El trabajo será entregado definitivamente en el mes de mayo, y será nuevamente revisado por el área de Educación y luego presentado al Ministerio de Gobierno respectivo, para las aprobaciones correspondientes. El trabajo realizado por el EDEC considera objetivos fundamentales, contenidos mínimos, aprendizajes esperados, índices de logro, actividades genéricas y sus ejemplos, donde también se pueden visualizar contenidos transversales.
El Edec está integrado por los padres José Carraro, Mario Borello y los señores Daniel Morales, Luis Alvarado y Javier Díaz. ”Se presentó a los obispos cuáles son las opciones de fondo que hay en la propuesta de programa: una nueva concepción de educación religiosa escolar católica, versus catequesis y enseñanza religiosa”, señaló Javier Díaz.
”La diferencia es que lo que se hace en la clase de religión no es catequesis, pues ella ocurre en el ámbito de la comunidad cristiana, donde el niños y el joven se acerca como un creyente y se introduce en la rica vida eclesial. Tampoco es enseñanza religiosa escolar, pues esa concepción apunta a una asimilación cognitivo cultural del hecho religioso, lo que no es así en nuestra comprensión —y así lo entendieron los obispos— pues aquí estamos hablando de una forma particular del ministerio de la palabra, donde el profesor, además de un docente, es un enviado por el obispo para hablar como parte de la Iglesia. Se pretende forma al alumno en el seguimiento de Jesucristo, pero en respeto a su nivel de adhesión a la fe cristiana, lo que abre interesantes vínculos para entrar en diálogo, gran valor hoy día en nuestra cultura”, precisó Díaz.
El Edec —explica Javier Díaz— venía hace tiempo reflexionado la necesidad en la clase de religión de no renunciar a algunos elementos fundamentales y ”que tampoco había que casarse con la situación cultural de Europa, desde donde se están importando, en muchas instacias educativas, esos esquemas y se están aplicando en forma acrítica aquí en Chile y sin corresponder a la realidad”.
La presentación durante la Asamblea Plenaria de Obispos correspondió al salesiano, padre José Carraro, la que ”gustó mucho porque hizo una buena síntesis de elementos irrenunciables que tiene la Iglesia en el ámbito educativo, pero también es una puesta al día en el contexto que hoy día se está viviendo y que es muy distinto a otras épocas. Se vieron elementos muy sólidos, muy en sintonía con la nomenclatura de la reforma y las últimas normativas que colocan una estructura especial para hablar de un programa”, aseguró Díaz.