Surat Thani, 28 diciembre 2004
“Los religiosos están todos bien y, según las primeras informaciones, parece que tampoco las obras han sufrido graves daños. Pero, por lo demás, ante mis ojos se abre un escenario devastador. ¡Ayúdanos!”.
Lo dijo a la Agencia MISNA el Obispo Salesiano de Surat-Thani (al sur del país, en la frontera con Malasia), Mons. Jospeh Prathan, tal vez la zona más afectada por el maremoto de toda Tailandia. “¡Ha sido un desastre! ¡Nunca había sucedido algo igual en este país!. ¡Los muertos son muchísimos y no me arriesgo a dar ningún número!. ¡Las infraestructuras turísticas que dan trabajo a muchísima gente ha sido totalmente destruidas!”, continuó diciendo el Obispo.
“Las construcciones religiosas están un poco más en el interior, ya que todo el litoral está destinado al turismo, y gracias a esto se han librado. Pero las olas, de unos 10 metros de altura, han causado daños hasta a 500 metros de la playa”, añadió Mons. Prathan. “¡Pido a la comunidad internacional que nos ayuden! La gente tiene necesidad de bienes de primera necesidad, sobre todo el agua y sacos de plástico para envolver los cadáveres. Estamos intentando hacer una lista concreta y establecer las prioridades de las ayudas”, dijo también. “Los tailandeses – añadió – están actuando excepcionalmente. Existe una verdadera competencia de solidaridad y todos están trabajando para ayudar a los demás, incluidos los turistas. Mientras tanto están llegando las primeras ayudas del gobierno de Bangkok y las radios continúan difundiendo información sobre lo que es necesario y las noticias de las ayudas que van llegando de los países de todo el mundo están reanimando, de esta forma, las esperanzas de la gente”.