Arica, 11 noviembre 2004. 15:02hrs. 18:03gmt [actualización 15:15hrs.)
El obispo de Arica, Mons. Héctor Vargas Bastidas fue internado en un centro médico de esa ciudad, donde se le practican exámenes a raíz de una dolencia física. Se encuentra bien, se descartó un problema médico más grave, y sólo permanece internado para el chequeo completo de su estado de salud.
“El obispo estaba reunido con un grupo de apoderados de un colegio cuando se sintío mal y de inmediato, el seminarista Miguel Angel Arredondo lo acompañó a la Mutual de Seguridad, donde le recomendaron dirigirse al hospital. Luego de ser atendido en el Servicio de Urgencia, los médicos decidieron derivarlo a la UCI”, señala el diario La Estrella de Arica.
El martes en la noche el obispo Vargas ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Arica, donde se le practicaron exámenes médicos que pudieran determinar el origen de un malestar que lo afectaba hace algunos días. Su ingreso a esa dependencia hospitalaria no se debió a una urgencia o gravedad en su estado de salud, sino que a la presencia de personal médico que lo pudiera revisar de forma inmediata y así descartar un cuadro más delicado.
Este miércoles, cerca de las 12:30 hrs., Mons. Vargas fue trasladado desde el Hospital de Arica a otro centro asistencial de la ciudad, donde –y hasta el cierre de esta información– se le continúan realizando exámenes.
Los malestares que presentaba el prelado estaban ubicados en la parte alta del estómago, pero ya se descartó un problema cardíaco, por lo que se continúa con exámenes y un tratamiento que requiere que el Obispo peramenzca internado y con reposo.
El obispo debió suspender su viaje a la localidad de Codpa en la comuna de Camarones, donde iba a encabezar los oficios religiosos de celebración de San Martín de Tours, actividad en la que fue reemplazado por el Vicario General, padre Amador Soto.
Las primeras informaciones habían causado preocupación entre las autoridades ariqueñas y conmoción entre los fieles. Sin embargo, los satisfactorios resultados de los primeros exámenes médicos llevaron tranquilidad a esa comunidad nortina, que ahora acompaña a su Obispo con la oración.