Concepción, 28 septiembre 2004.
El sábado 25 y domingo 26, los dirigentes católicos de la asociación, donde participan cerca de 15 grupos scout salesianos de la provincia salesiana se encontraron, para participar de un momento de oración y reflexión.
Al campamento asistieron tres grupos scouts salesianos de Chile, Salesianos Alameda, Don Bosco de La Cisterna y el Colegio Salesiano de Concepción. Al encuentro asistieron 85 dirigentes de Santiago a Puerto Montt. La Eucaristía fue presidida por Mons. Alejandro Goic, obispo de Rancagua.
A continuación el testimonio del Jorge León López, dirigente Scouts de la Obra Salesiana de Concepción: “Poder tener momentos de sosiego, para estar con el Señor y junto con él discernir los signos de los tiempos, tiempos que son preocupantes, tiempos que cambian rápidamente.
Nos encontramos para mirar a Nuestra Patria, la vida, la cultura que cambia aceleradamente, ya no es lo que solíamos vivir. ¿Que hacer entonces?; cruzarnos de brazos y dejar que pase la historia delante de nosotros, quedarnos sentados y esperar a que otros decidan por nosotros?. Como católicos y scout, por vocación estamos llamados a ser testigos, testimonios, forjadores de una sociedad nueva, mas justa, más amable y más digna para todos. Y nuevamente una pregunta, ¿Estamos respondiendo como personas, asociación y movimiento scout a los desafíos que nos plantea el Chile de hoy? .
Cuando nuestra sociedad se debate en querellas de corrupción de todo tipo, cuando todo es objeto de desconfianza, cuando nuestra asociación experimenta problemas, la pregunta es evidente, ¿Cómo scouts y católicos, somos signos de esperanza para el mundo de hoy?, ¿Qué estamos haciendo?.
Reflexionamos frente a la invitación que el Señor nos hace, pensando en los signos de los tiempos. Alguno podrá decir o pensar que tiene que ver Dios con los scout y sus problemas; y hemos respondido con el pensamiento de Baden Powel, “ Una organización como la nuestra fallaría en su base, si no tiene en cuenta a Dios y su ley”.
El encuentro se desarrolló en Picarquin , donde llevamos nuestra carpa, para que pidiésemos acampar y juntos con el Señor bajo las estrellas.”
