Sor Graciela Pinto: “Trabajar juntos con el mismo carisma es una gran riqueza”

Haga click para escuchar Boletín Noticias: entrevista a sor Graciela Pinto

Santiago, 14 septiembre 2004.
Ha sido dos veces Hermana Provincial y también en dos ocasiones maestra de novicias. El pasado 8 de septiembre, la Familia Salesiana fue informada que sor Graciela Pinto será la nueva superiora de la Hijas de María Auxiliadora en Chile.

Sor Graciela Pinto Marcic —que asumirá el cargo el 24 de enero próximo— ingresó al Instituto en el año 1950. Su noviciado lo realizó en La Cisterna (Santiago de Chile), haciendo su Primera Profesión Religiosa el 2 de febrero de 1954 y su Profesión Perpetua en Turín, el 2 de febrero de 1960.

Entre 1967 y 1970 fue maestra de novicias. En 1972 fue nombrada superiora provincial en Chile, cargo que ejerció hasta 1980. En 1982 nuevamente fue nombrada maestra de novicias. En 1985 y hasta 1990 fue Hermana Provincial en la Inspectoría “Santa Rosa de Lima” en Perú.

Desde su regreso fue directora primero en Santa Cruz, luego en Punta Arenas-María Auxiliadora y desde 1999 era la directora de la obra del Instituto en Linares.En Santiago, con motivo del Encuentro de Hermanas Provinciales y los equipos formativos del Cono Sur, accedió gentilmente a responder algunas preguntas:

—Sor Graciela, ¿Cómo recibe esta designación de asumir la animación de la Provincia?
—La asumí en la aceptación de la voluntad del Señor. A un cierto recorrido de la vida, una no le puede decir que no al Señor, sobre todo cuando le dicen que es se trata de su voluntad. Así que asumiré esta tarea con mucha esperanza, porque significa confiar en el Señor. Disponible a su voluntad, a lo que Él pueda ir sugiriendo, y al sentir de la inspectoría, porque juntos tenemos que recorrer este camino.

—¿Qué desafíos y preocupaciones ve para el Instituto?
—Las preocupaciones de la Inspectoría están marcadas por lo que nos han ido señalando los Capítulos Generales. Queremos manifestar a nivel personal lo que el Señor es para nosotras. Nuestra tarea es formar cristianos y para ellos necesitamos expresar la adhesión del Señor y nuestra respuesta diaria a partir de la vivencia del Espíritu de las Bienaventuranzas. Otro desafío importante es la educación a una ciudadanía evangélica y activa con los jóvenes. Tenemos el desafío de formar buenos cristianos y buenas cristianas comprometidos con su fe, solidarios, y que aporten a la sociedad, tal como necesita el mundo. Veo cada más actual la misión educativa que nos dejó don Bosco.

—¿Qué le parece los pasos que se han dado en la integración de la Familia Salesiana y como se puede continuar en esa línea?
—Toda ese avance lo encuentro muy bueno. Trabajar juntos, con el mismo carisma, es una gran riqueza. Deberíamos estudiar los nuevos lugares donde trabajar juntos, pero encuentro muy bueno la integración en la formación, la reflexión juntos. Es muy positivo y valioso el día signo de la Familia Salesiana que se puede profundizar más todavía.

—¿Cómo se puede enfrentar el problema de las disminución de vocaciones y las salidas? No hay que olvidar nuestra vocación cristiana y consagrada. Debemos recuperar o adquirir nuestra identidad profunda. Lo que significó a nivel cristiano nuestro bautismo, la presencia del espíritu en nuestra vida. Como nos enseña el Concilio Vaticano II, creo que se trata de equilibrar el espíritu primitivo —que fue de entrega al Señor, de desprendimiento de sí mismo, de ardor misionero por el Reino, de caridad fraterna, de esa pasión por Cristo— con la necesaria adaptación a los tiempos. A veces no mantenemos ese equilibrio, el equilibrio de la centralidad en el Señor y la apertura al Espíritu y por otra parte, la adaptación a los tiempos para la educación de los jóvenes. El encontrar los caminos… cómo ir creciendo… cómo hacer que nuestra vocación sea una experiencia vivida… ¡esos son los desafíos!

—¿Qué balance realiza del Centenario de la Pascua de Laurita Vicuña?
—Para mí, lo más importante ha sido que el tema de la santidad estuvo presente. El tema mismo impactó a los laicos e hizo reflexionar a las chicas, pero pienso que se debe seguir trabajando en esa línea, y creo que el nuevo aguinaldo del Rector Mayor será una continuidad en ese sentido