Funeral del P. Julio Vergara: Destacan su sencillez, alegría y amor a la Congregación

Santiago, 7 septiembre 2004.
“Sintetizando su vida, el P. Julio nos ha dejado un testimonio concreto de amor a don Bosco y a la Congregación, de fraternidad alegre y sencilla, de entrega generosa a la misión en el contacto educativo con los jóvenes y en la disponibilidad permanente”, señaló el provincial salesiano, padre Bernardo Bastres, en el funeral del padre Julio Vergara que se realizó esta mañana en Alameda.

La Eucaristía de funeral se realizó a las 11:00 hrs. en el Santuario María Auxiliadora de Alameda, y fue presidida por el obispo auxiliar de Santiago, el salesiano Mons. Ricardo Ezzati y concelebrada por el obispo de Punta Arenas, Mons. Tomás González y cerca de 50 sacerdotes. De allí sus restos fueron trasladados al mausoleo de la Congregación Salesiana en el Cementerio Católico de Santiago.

En su homilía el padre Bastres destacó su sencillez, transparencia, cercanía a los jóvenes, alegría y profundo amor a Don Bosco y a la Congregación. “Poseía esa sabiduría, que nace única y exclusivamente en los hombres que se han encontrado con Dios y Jesucristo, que han hecho experiencia de vida, que son los contemplativos de la acción, que han descubierto la presencia del Señor en la sencillez de los acontecimientos diarios”, agregó.

También uno de sus novicios, el padre Carlos Amupero, director de la obra salesiana “Jesús El Señor” en La Florida, le dio la despedida en representación de los hermanos. “Padre Julio, serás por siempre el padre maestro que nos inicio en esta aventura de amor que llamamos vida salesiana; serás siempre el maestro que nos enseñó a rezar con la oración de la vida y partiendo de la vida; serás siempre el maestro que nos enseñó a no olvidarnos de donde habíamos salido y a donde teníamos que llegar”, señaló con emoción el padre Ampuero.

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