Santiago, 06 agosto 2004.
El pasado miércoles 04 de agosto, se recordó la figura del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, patrono de los párrocos. Con tal motivo el provincial salesiano, padre Bernardo Bastres dirigió a los sacerdotes que realizan este ministerio el siguiente mensaje:
“Un saludo para los hermanos que trabajan en la parroquia en el día del Santo Cura de Ars. En él tenemos un hermoso modelo donde la sabiduría viene del corazón y de la unión con Dios, más que de la cabeza. Sabemos lo que le costó a San Juan María Vianney llegar a la ordenación sacerdotal. Y el obispo cuando trató de hacerle el examen, al final le preguntó si era capaz de tenerle devoción a la virgen y cariño al Señor, y el ‘santo cura’ le respondió que ‘sí’, y entonces en vista de eso lo ordenó. Y sabemos todo el bien que hizo en sus parroquias, porque se preocupó sobre todo que la gente experimentara lo que significa la presencia de Dios. Me parece que el trabajo de cualquier párroco es justamente eso, ser un padre para que todos los fieles de su parroquia puedan experimentar la cercanía y el amor de Dios providente, por medio del párroco, por medio de los demás y sobre todo a través de nuestro ministerio sacerdotal”.
Consultado el padre Bastres acerca de cuál es la insistencia en la parroquias confiadas a la Congregación Salesiana, manifestó que la “preocupación es por los jóvenes. Miramos la parroquia desde los jóvenes y hacemos que los fieles los miren con agrado. El corazón de nuestras parroquias son los jóvenes. Nuestra preocupación es que todos los fieles sean muy sensibles a la realidad de los jóvenes, y que ellos se sientan acogidos y protagonistas de su propia evangelización”.
